Los sabores de patatas fritas que más triunfan en España (spoiler: somos unos aburridos)

Hoy es un buen día para aprender dos cosas: que el 19 de septiembre aspira a convertirse en el Día Mundial del Aperitivo por iniciativa de la marca de patatas fritas Lay’s, y que en la larga lista de sabores surrealistas han llegado a existir patatas de cappuccino. Fue en 2014, fruto de un concurso de esta misma firma para dar con nuevas versiones aunque, por lo visto, no llegaron a triunfar y se retiraron.

Hace ya años de aquello y lo cierto es que a día de hoy hay patatas fritas de casi cualquier sabor imaginable. Que tenga o no sentido parece un detalle menor, porque de lo que se trata es de colocar un producto nuevo en el mercado y llamar la atención. De hecho, en los últimos años, España también parece querer apuntarse a esta moda de sabores extraños.

Pero menos lobos, porque a la hora de la verdad somos muy tradicionales. Así nos lo confirma Erica Lascorz, responsable de marketing de snacks de PepsiCo Iberia, la compañía propietaria de la marca Lay’s. Y es que las que más triunfan dentro de la gama de sabores son «las de toda la vida»: jamón, campesinas y queso.

Aunque es verdad -explica- que estos últimos años el segmento de los sabores ha crecido de manera notable y se espera que despegue fuerte, por ahora la realidad del mercado dice otra cosa, por mucho que a todos -nosotros los primeros- nos guste fijarnos y probar lo más raro. Repetir ya es otro tema.

No es un caso aislado de esta marca, porque un estudio de la consultora Nielsen confirma los sabores que más triunfan en España: sabor cárnico (jamón, pollo asado, barbacoa), sabor Campesinas, sabor a queso o queso y cebolla (incluimos todo tipo de quesos e incluso sour cream & onion), sabor vinagreta y sabor paprika (picantes en general).

«Para anclar un sabor es muy importante conocer bien el mercado y entender dos aspectos clave: que el sabor esté arraigado en nuestra cultura gastronómica y que se le relacione con el consumo de las patatas propiamente«, apunta Lascorz.

Así que nada de Lay’s de jengibre o de café. Al menos a corto plazo. ¿Y esas de huevo frito que parece que se ven mucho últimamente? «Las hemos investigado y seguimos de cerca, pero de momento no está entre nuestras prioridades», asegura.

Pero, sin duda, la pregunta que muchos se hacen es cómo se consigue que unas patatas fritas sepan, por ejemplo, a pollo asado, uno de los nuevos sabores dentro de la gama de la marca. Suponemos que no es algo que se explique sin más -la lista de ingredientes tampoco suele dar muchos pistas- pero hay que intentarlo.

«Para conseguir el sabor perfecto, primero tenemos que encontrar la receta que más nos guste. A partir de ahí, nuestros departamentos de investigación y desarrollo realizan diferentes pruebas con especialistas en aromatización hasta encontrar el aroma perfecto. Además, trabajamos 100% con ingredientes de calidad, sin colorantes artificiales ni conservantes», nos explica la responsable de Lay’s.

Es decir, no se recurre sin más a una empresa experta en el tema y se elige entre las opciones que ofrezca, sino que se buscan opciones a medida. Un proceso que pasa por detectar la tendencia, dar con la receta y el aroma, hacer pruebas entre consumidores y finalmente lanzar el producto.