¿Cuál es el mejor restaurante del mundo? La pregunta en sí misma es, posiblemente, bastante absurda, pero cada año la lista The World’s 50 Best se empeña en responderla y situar en este lugar a un chef. Hoy mismo se presenta la edición 2019 en Singapur y hay dos cosas que ya podemos dar por seguras: no faltará la polémica -algo que los organizadores han demostrado saber manejar muy bien- y ninguno de los restaurantes que ya ha sido número 1 a lo largo de estas 16 ediciones ocupará el primer puesto este año.
Se trata de un notable cambio en el funcionamiento de esta lista confeccionada por la revista británica Restaurant y considerada por sus responsables como -ejem- los Oscars de las gastronomía. Los que ya hayan sido número 1 no participarán en el concurso, sino que pasarán a formar parte de una suerte de selección especial.
Según los organizadores, con ello se pretende potenciar la diversidad en la lista y evitar que, como ha ocurrido en los últimos años, sean siempre los mismos restaurantes los que se vayan turnando ese primer puesto.
Aunque esa es la versión oficial que se ha repetido los últimos meses y que hoy formará parte del discurso de la gala, un reciente artículo de Lisa Abend en Time tiene una teoría un poco menos bonita: es la presión de algunos de los chefs más importantes del mundo lo que ha obligado a la organización a modificar su sistema.
Según Abend, los efectos que puede suponer para el negocio pasar del número 1 a puestos inferiores, así como lo poco que gusta a los egos de algunos chefs ver cómo pierden posiciones en el ranking, llevó a esta especie de lobby de cocineros a forzar un cambio en el funcionamiento del concurso.
Curiosamente, Rene Redzepi se perfila como uno de los firmes candidatos a ganar este año pese a que su restaurante Noma ya ocupó ese puesto hace un tiempo. ¿Por qué? Muy sencillo: el establecimiento original fue cerrado y Redzepi ha reabierto el negocio con diferente localización y menú, lo que le permite aspirar a volver a ser número 1 este año.
En cualquier caso, una nueva polémica que se suma a la larga lista de 50 Best, que en los últimos años ha estado en el ojo del huracán por ignorar sistemáticamente a las mujeres -pese a tener un premio a la mejor chef, lo que para muchas cocineras resulta especialmente insultante- y a los restaurantes que no están en Europa o Estados Unidos.