Gran recogida de alimentos 2015, porque ‘el hambre sigue ahí’

AYUDA

Recuperación, fin de la crisis, despegue de la economía, cifras macroeconómicas de lo más optimistas… Hace tiempo que los titulares hablan de eso, pero desgraciadamente la realidad se empeña en llevarles la contraria. Decenas de miles de familias y hogares siguen sin poder llegar a fin de mes, y las colas en centros de entrega de alimentos y las neveras vacías siguen siendo una de las estampas más duras de la crisis.

Hay más de 5 millones de personas en España que viven por debajo del umbral de pobreza, y para ellos la única realidad es que “el hambre sigue ahí”. Ese es el lema con el que se presenta este año la Gran Recogida de Alimentos, que tendrá lugar en las principales localidades del país este próximo fin de semana, los días 27 y 28 de noviembre.

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¿Cómo se puede colaborar? De dos maneras. Haciéndose voluntario para ayudar en los miles de centros de recogida que se montarán en mercados y supermercados, y entregando alimentos durante estos días en cualquiera de esos puntos que, posiblemente, te encontrarás a la hora de ir a hacer la compra por el barrio.

Quienes prefieran hacerlo desde su casa también pueden colaborar a través de las diferentes webs de los bancos de alimentos que ofrecen esta posibilidad, bien mediante cestas con importes concretos, bien haciendo una compra de los productos que sugieren.

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CESTAS

¿Y qué tipo de alimentos son los que hay que entregar? Sobre todo legumbres secas, conservas, alimentos infantiles, aceite y leche. “Estos son alimentos de alto valor nutritivo, básicos en la alimentación de las personas”, explican desde la Federación Española de Bancos de Alimentos.

En Madrid, por ejemplo, hacen falta 20.000 voluntarios, y la organización se ha marcado como objetivo llegar a las 3.000 toneladas de alimentos recogidos. La Federación de Bancos de Alimentos de Andalucía espera poder reunir 1.000 toneladas de comida, mientras que en Catalunya se pide la participación de 25.000 voluntarios para poder llegar a las 5.000 toneladas de comida.

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Tras la recogida y clasificación de los alimentos, se reparten a través de las organizaciones que colaboran habitualmente con el Banco de Alimentos y se crea una reserva para poder seguir repartiendo comida durante los próximos meses, puesto que esta campaña de invierno es el momento de mayor entrada de comida a los bancos.

Que el hambre y la pobreza no se curan con donaciones sino con justicia social es de sobra sabido. También que la crisis la están pagando quienes no la crearon, y que debería ser el Estado quien tomara las riendas y las grandes empresas y bancos las que asumieran su responsabilidad social en lugar de dejarlo todo en manos de organizaciones no gubernamentales y en la solidaridad de la gente.

Pero, mientras tanto, este tipo de campañas y la labor que los bancos de alimentos desarrollan a lo largo de todo el año (22 millones de kilos de comida en 2014 distribuidos en Catalunya, por ejemplo) es una tabla de salvación para esos millones de familias que no pueden llenar el plato cada día y que necesitan de la colaboración y participación de todos en esta iniciativa.