¿Recuerdan cuando la única manera de ver cocinar en la televisión era con Arguiñano? No hace tanto. La Sexta abrió la veda con la Pesadilla de Chicote y ahora no hay cadena de televisión que no quiera su formato gastro. No creáis que con Masterchef y Top Chef se acaba esto.
Cuatro amenaza con que vayamos dejando sitio para el postre. Está en fase de cásting y, por cierto, si alguien está interesado en presentarse mejor que vaya leyendo lo que escribe Pintxo sobre el tema. El capitán de este «Masterchef de los postres» -presentado así da como pereza- será el gran Paco Torreblanca. Será el responsable de juzgar y guiar a pasteleros aficionados y semiprofesionales. Veremos si la televisión le consagra como EL pastelero de España para el gran público.
Las series sobre pasteleros han tenido éxito, por ejemplo, en Estados Unidos y hace ya unos meses triunfan en los canales de TDT de nuestro país. Sea la hora que sea, en algún canal hay alguien recreando objetos increíbles en forma de pastel. Pero la pastelería española es infinitamente más discreta y seguramente mucho más deliciosa. Está por ver su capacidad de espectáculo.
A todo esto, el última estreno de Divinity, Guerra de cupcakes, ha tenido un éxito muy discreto. Será que hay empacho de extradulce, o que el fenómeno cupcake está -por fin- de capa caída. O quizás no hay más espacio en la tele para los cupcakes después de Alma Obregón.
Si la apuesta por el dulce falla, Mediaset ha puesto en marcha otro formato. No hay título, ni fecha de estreno. Lo que sí se sabe es que la tapa es la protagonista y que seria la segunda oportunidad de triunfar en la televisión de Mario Sandoval, después de la funesta Esta cocina es un infierno que protagonizó junto a Sergi Arola.
Mientras, en TVE siguen dispuestos a explotar el fenómeno Masterchef, el original. Está en marcha el cásting para la segunda edición del programa -el aviso de antes también sirve por aquí-. Pero hasta que llegue podemos calmar el mono con la edición Junior que se emitirá en Navidades.
El programa se gravó en verano con jovencísimos concursantes, entre 8 y 12 años, y el mismo jurado, Samantha-Cruz-Rodríguez. No se trata de la gran innovación de la televisión española, el formato se ha emitido ya en 16 países. Es más corto y las eliminaciones se hacen en grupo para minimizar los traumas -si es que es posible tratándose de niños y tele-. Cocina para ver en familia.
¿Y qué hay de Chicote y su Pesadilla en la cocina? Pues va a haber una tercera temporada, pero no me sean impacientes. Antes debe terminar Top Chef. En este caso sí está por ver que haya una nueva edición.