Imaginarse a Salvador Dalí en la cocina es relativamente sencillo, pero también bastante inquietante. Porque una cosa son los relojes que se doblan y su desbocado surrealismo aplicado a todas las artes, y otra crear un recetario a partir de su particular visión. Y eso que la comida siempre juega su papel en la obra del artista.
Pues resulta que no hay que imaginarlo porque, efectivamente, Dalí también tiene un libro de cocina. Titulado Les diners de Gala, la obra con 136 recetas fue editada originalmente en 1973, aunque sólo se imprimieron 400 ejemplares. Ahora la editorial Taschen ha decido volver a ponerlo en las librerías, y ya hay quienes señalan esta reedición como una joya a un precio realmente razonable: 50 euros.
A medio camino entre lo que coloquialmente llamaríamos comida viejuna y lo barroco, el recetario elaborado por Dalí y Gala no decepciona. Más allá de las ilustraciones y fotografías de los platos, que dejan cualquiera de esas recargadas fotos que se estilan ahora en Instagram como una obra minimalista, en lo culinario, el pintor catalán también apostaba por el surrealismo.
No se trata, por supuesto, de recetas pensadas para hacer en casa, aunque algunos de los platos que aparecen se siguen sirviendo en restaurantes clásicos franceses. De todos modos, el encanto está no tanto en el resultado final de la receta, sino en los textos, descripciones y, por supuesto, la interpretación que Dalí hace de algunas de las recetas a través de sus dibujos.
Posiblemente esas aves con calaveras o la montaña de cigalas y mariscos regadas con sangre no son para todos los públicos y estómagos. Tampoco las empanadas de ancas de ranas –cuya receta, por cierto, puede consultarse en The Guardian, por si alguien se anima-, así que seguro que muchos prefieren centrarse en el capítulo dedicado a los afrodisiacos y titulado como The ‘I Eat GALA’.
Dicen los expertos que estamos ante el libro de cocina más original para regalar estas próximas navidades. ¿Octubre y hablando de Navidades? Sí, eso también es surrealista.
Así que los expertos dicen que es original… la hostia, semejante despliegue de profesionalidad me ha puesto los pelos de punta. Me voy a la pelu corriendo.