Jones Soda, un refresco muy fotogénico con sabor a nata

¿De verdad necesita la humanidad una gaseosa -sí, soda suena mucho más cool– que tenga sabor a nata? ¿Acaso no es suficiente encontrarnos en el mercado con un nuevo intento de colocarnos la infame Cherry Coke esa?

En Jones Soda están convencidos de que, efectivamente, el mundo es un lugar mejor con este tipo de bebidas con sabores extraños y que, por cierto, más allá de nuestras fronteras no resultan tan extrañas. De hecho, la interminable variedad de sabores originales y las etiquetas a base de fotos enviadas por los consumidores son la nota de distinción de esta compañía estadounidense super juvenil y urbana, que en verano del año 2000 pasó de llamarse Urban Juice and Soda Company Ltd a Jones Soda.

No está muy claro si fue la etiqueta, nuestro tradicional escepticismo -«¿soda con sabor a nata? sí, ya, seguro»- o la atracción de cualquier tipo de nueva guarrada, pero el caso es que salimos de la tienda Goumet Experiencia de El Corte Inglés (Callao, Madrid para más señas) con una de estas en la bolsa. 1,75 euros, por cierto.

¿A qué sabe? A nata, efectivamente. O, mejor dicho, a caramelo de nata o a ese sabor a nata que aportan unos cuantos E en la lista de ingrediente. Dulce -mucho, demasiado- y con un punto de burbuja suave que tiene su gracia. Sola o con hielo puede resultar excesiva y empalagosa nivel Titanic, pero se nos ocurre que como base para algún cóctel o batido con frutas puede tener su gracia. En cantidades moderadas, eso sí.

Mención aparte merece el tema de las etiquetas fotográficas. El sistema es muy simple: se cuelgan las fotos en la galería de su página web y pueden ser elegidas para aparecer en la próxima etiqueta de alguna de sus muchas bebidas. Si no hay suerte también es posible encargar un lote de 12 refrescos personalizados con la foto que queramos por 30 dólares.

Una buena idea para marcar distancias respecto a la competencia y llamar la atención en el escaparate, sin duda. Tanto que casi hemos conseguido silenciar a esa vocecilla interior -muy fotográficamente concienciada y tal- que nos recuerda que  a los chicos de Jones Soda las fotos para esta genial estrategia de marketing les salen gratis.