‘Jin tonic’ se escribe con jota. Al menos en algunas terrazas de Madrid

A estas alturas sorprender con un gin tonic es bastante complicado. No sólo los hemos visto de todos los colores y sabores –incluso con plancton– sino que la fiebre española por este combinado también ha llegado a Hong Kong, y ha protagonizado divertidos concursos en los que lo de echar cosas a la copa es parte de la gracia.

Pero parece que todavía hay algo de margen para sorprender. Al menos a nosotros que, la verdad, somos gente bastante fácil de convencer cuando hay por medio una barra de bar. El caso es que cuando oímos hablar de los Jin tonics (sí, con jota) y tras comprobar que no se trataba de una errata sino de un truco para llamar nuestra atención -algo que evidentemente funcionó- lo anotamos en la agenda de tareas pendientes.

¿Pero qué es un Jin tonic? Ni más ni menos que el nombre con el que la ginebra Jinzu ha bautizado algunas versiones de este popular combinado. Pero, además del juego con las jotas, según nos cuentan, también se trata de jugar un poco con el carácter oriental de esta ginebra con aires nipones. Precisamente por eso, cuatro terrazas de Madrid se han apuntado a esto de los jin tonics de Jinzu, preparando su propia versión con algún toque especial.

Estamos hablando de una ginebra bastante fresca en la que, además de los toques florales y cítricos, el uso del sake le aporta un carácter especial y predispone a combinados ligeros, muy de terraza y verano. Suena parecido a lo que se dice siempre en estos casos, pero tras probar uno de estos jin tonics en El Gordo de Velázquez (Velázquez, 80) la idea nos convenció.

Además de sake y la flor de cerezo que se cuenta entre los botanicos de este destilado, la fórmula de Jinzu -nombre de un río japonés rodeado de cerezos, precisamente- incluye también yuzu, un cítrico con un sabor muy potente y cuya ralladura ya hemos usado en alguna receta.

En El Gordo el jin tonic se prepara recurriendo a algunos de estos mismos ingredientes, añadiendo a la ginebra Jinzu y a la tónica un toque de yuzu, sake, infusión aromatizada de flor de receso y manzana Granny Smith. Resulta realmente muy refrescante, aunque tal vez algo ácido para algunos paladares. Por eso, la versión con un punto de piel de naranja puede ser una alternativa interesante a la receta propuesta.

No es un mal plan para las tardes de calor y noches de verano que se avecinan, recorrer esta ruta del jin tonic -ya nos empezamos a acostumbrar a escribirlo así- con parada también en Aspen (Plaza de la Moraleja), donde se suman a la idea con una versión a base de jengibre -muy oriental- y un toque de lima de Kéfir.

El paseo puede seguir por la terraza del Hotel Hospes (Plaza de la Independencia, 3) con vistas sobre la Puerta de Alcalá y un jin tonic con tónica Schweppes de Ginger & Cardamomo, grosellas, ciruela negra y frambuesas. Aunque en la lista tampoco puede faltar el Tse Yang del Hotel Villa Magna (Paseo de la Castellana, 22) donde saben también mucho de cocina oriental -pasa por ser uno de las cocinas cantonesas de referencia en Madrid- y proponen un jin tonic con lemon grass.

De acuerdo, ginebra y gin tonic se escribe con «g». Pero con jota también suena muy bien.