Aunque las luchas internas entre productores de jamón y la continua sombra del fraude alrededor de uno de los productos más preciados de España rara vez permite levantar la vista para ver más allá, tal vez ha llegado el momento de hacerlo.
Porque todo parece apuntar a que el jamón ibérico va camino de uno de esos disparates nacionales que sólo el tiempo confirmará y permitirá lamentar: la exportación de animales de raza ibérica para su cría en otros países y la consiguiente producción de jamones ibéricos fuera de España.
Un tema que, lejos de ser nuevo, algunos productores llevan tiempo denunciando. Se habla mucho de China y su interés por producir jamón, pero en Estados Unidos ya hay cerdos ibéricos en granjas de Georgia. Y salvo que se cambie la normativa, nada parece poder frenar que este jamón ibérico made in USA se produzca y llame tal cual.
¿Alguien se imagina un champán hecho en Tokio? No, entre otras cosas porque la normativa es muy clara: sólo las bodegas de la región de Champagne pueden producir esta bebida espumosa. Punto.
Pero con el cerdo ibérico no ocurre lo mismo. En 2008 y en plena crisis -explica Eater, que dedica un amplio e interesante artículo al tema del ibérico instalado en Estados Unidos- el gobierno dio luz verde a la exportación de animales de raza ibérica vivos, destinados a la cría fuera de España.
La familia Oriols llevó los cerdos ibéricos y desde 2015 crecen y engordan felices, junto a ovejas, conejos y otros animales, en White Oak, una granja ecológica en Georgia.
No son, por cierto, los primeros españoles que llevaron cerdos ibéricos al otro lado del Atlántico, ya que por las mismas fechas otros se establecieron en Texas con un plan similar. Y, por lo visto, a muchos les parece una anécdota de lo más graciosa y una bonita historia de emprendedores que aseguran estar ya vendiendo a restaurantes ibérico hecho en Estados Unidos.
Tienen los cerdos, pero no la dehesa y las bellotas, apuntarán los más optimistas. Y aunque es verdad y la cría del ibérico debería estar vinculada a este paraje natural único, la realidad no es así.
De entrada, porque en España también es posible llamar ibérico a jamones de cerdos que ni han pisado la dehesa ni han visto bellotas. Tendrán una etiqueta blanca, cierto, pero podrán presumir de ser ibéricos pese a salir de granjas de producción intensiva.
Así que desgraciadamente la dehesa no es una condición para hablar de cerdo ibérico. Ni en España ni en Estados Unidos, donde parecen estar bastante contentos con la adaptación de los animales al clima y las condiciones de Georgia.
Y el tema de las bellotas tampoco es un problema insuperable, porque resulta que los cacahuetes y las nueces pecanas por allí se producen en cantidad, y bien combinadas tienen una composición similar -grasas sanas- a las de las bellotas. Todavía es pronto para saber cómo afectará al resultado, pero sus dueños se muestran optimistas.
Así que, entre la curiosidad de los estadounidenses por esos cerdos de piel oscura y músculos atléticos y el entusiasmo de los empresarios españoles que parecen haber hecho negocio con la idea, la pregunta es obligada: ¿Harán algo las autoridades antes de perder el control sobre el producto español más preciado, o mejor esperar a que sea muy tarde y empecemos a ver en el supermercado de turno jamón alimentado con cacahuetes e importado de Estados Unidos? Al tiempo.
Por esa regla de tres no tendríamos la mayoría de alimentos que cultivamos porque son de otras regiones del mundo. La lista sería interminable pero con nombrar el propio cerdo ya es suficiente:
El cerdo (Sus scrofa domestica) es una subespecie de mamífero artiodáctilo de la familia Suidae. Es un animal doméstico usado en la alimentación humana por muchos pueblos. Su nombre científico es Sus scrofa ssp. domestica, aunque algunos autores lo denominan Sus domesticus o Sus domestica, reservando Sus scrofa para el jabalí. Su domesticación se inició en el Próximo Oriente hace unos 13 000 años, aunque se produjo un proceso paralelo e independiente de domesticación en China. Fuente https://es.wikipedia.org/wiki/Sus_scrofa_domestica
La culpa es de los productores y ganaderos por no haberse puesto serios con el tema. Ante la demanda presionaron para poder colar casi cualquier cosa como Ibérico, y mira que ya había clasificaciones que ofrecen la calidad suficientes a las que solo había que potenciar comercialmente, como el Recebo. Ahora solo queda la esperanza de que se legisle para que solo se pueda etiquetar como Ibérico lo que sale de un cerdo ibérico criado en dehesa, pero no creo que suceda. La avaricia rompe el saco, y dentro de unos años veremos muchos productores y ganaderos con el saco roto.
Que memez, lo siento pero el artículo no tiene sentido.
Quien se lo pueda permitir y aprecie la diferencia ya se preocupará de comprar puro ibérico de bellota, si tan bién lo hacen en la dehesa no tendrán competencia.
y a la gran mayoria de los mortales que sobreivimos comiendo jamon serrano y como mucho algún iberico de recebo, cuanto mas abundante sea el producto más accesible será para todos.
Y quien te dice a ti ahora que los chinos no les sale un jamón mejor que un cinco jotas por cuatro duros…fiate de los chinos y no corras, que estos empiezan copiando y acaban haciendolo mejor que tú y más barato