Esa clásica situación en la que seguramente todos nos hemos encontrado alguna vez: sales de casa camino a la oficina de Seattle donde has montado tu última start-up, envías desde el coche un mensaje para que el café se vaya preparando, llegas y… ¿cómo demonios distingues tú espresso de dos litros del que han encargado los otros?
Pues según descubrimos el otro día gracias a los amigos de Clipset este delicado problema ya tiene solución. O podría tenerlo si esta impresora Textspresso capaz dejar nuestro nombre -o lo que sea- grabado en la espuma del café mediante tinta comestible (esperemos) fuera algo más que un prototipo desarrollado por ZipWhip para promocionar sus tecnologías y sistemas de mensajería.
Pero ahora que sabemos que existe algo así la pregunta es si seremos capaz de sobrevivir sin una de estas en casa o en el trabajo.