¿500 euros el kilo? Estas son (o eran) las patatas más caras del mundo

Al hablar de productos caros, lo habitual es pensar en ingredientes exclusivos o en algún genio que ha decidido ponerle oro o caviar a cualquier cosa para convertirla, claro, en la más cara del mundo. Pero en esa lista seguro que a nadie se le ocurría incluir las humildes patatas.

¿Pueden ser las patatas más caras que un gran jamón ibérico o incluso acercarse al precio de las angulas? Pues, por muy raro que parezca, así es: hay patatas que llegan a alcanzar los 500 euros el kilo.

Y aunque lo lógico tal vez sería pensar en alguna de esas papas nativas peruanas (qué espectáculo asomarse a sus mercados y ver la variedad), en realidad la protagonista de esta historia es la Bonnotte, una patata francesa que presume de ser la más marina de las patatas.

Se cultivan exclusivamente en la isla de Noirmoutier, cerca de Nantes. La salinidad de las tierras donde se cultiva, unida al uso de algas para fertilizar el campo, le confieren ese característico toque marino del que presumen.

Una característica singular, pero no única ni suficiente para justificar su precio. Más allá del buen trabajo de marketing que se habrá hecho para hacerlas tan codiciadas, su producción es muy limitada (unas 100 toneladas), se recogen a mano y, además, su temporada es muy corta, apenas una semana del mes de mayo.

Por si fuera poco, estas exclusivas patatas tienen una caducidad muy limitada. Nada de dejarlas en la despensa y olvidarse de ellas porque, por lo visto, su consumo recomendado se limita a un par de semanas tras la cosecha. Vaya, que si alguien te está vendiendo patatas Bonnotte en octubre, desconfía.

¿Y quién en su sano juicio paga esa fortuna por unas patatas? Cabe suponer que los mismos que llegan a pagar miles de euros por medio queso o cifras estratosféricas por una trufa, porque estas patatas se venden solo en subasta, como si se tratara de un objeto de lujo. Pensándolo bien, en realidad lo son.

¿Cuánto de leyenda y de realidad habrá en esta historia que tantos medios hemos repetido en los últimos años? Pues parece que un poco, porque basta escarbar algo más en la historia para descubrir que esos sorprendentes 500 euros el kilo se pagaron por los 5 primeros kilos cosechados en 1996, cuando esta variedad fue recuperada y se convirtió en uno de los símbolos de la isla. Algunos incluso hablan de 800 o más euros el kilo en su momento.

Pero la historia cambia bastante al descubrir que en 2011 la cadena de supermercados Tesco comenzó a vender esta variedad a menos de 3 euros el kilo. ¿Cómo? Muy sencillo, realizaron sus propias plantaciones en una isla inglesa con unas características muy similares a las de Noirmoutier.

Y por mucho que sea extremadamente sencillo encontrar el dato de los 500 euros (o más) el kilo de hace muchos años, resulta complicado dar con una cifra más actual, aunque algunos hablan ahora de unos 10 euros el kilo. Así que posiblemente ya hayan dejado de ser las más caras del mundo, por mucho que nos encante rescatar la historia y plantar un titular de lo más vistoso.

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