Guisantes salteados con gambas y huevo escalfado

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La temporada de guisantes está llegando a su fin, no obstante aun pueden encontrarse guisantes frescos en alguna que otra parada del mercado. En una reciente visita a nuestra frutería favorita encontramos unos con muy buena pinta y que estaban ya pelados, así que ni nos lo pensamos y se vinieron a casa con nosotros.

La receta de hoy es una apuesta segura: la combinación de huevo y guisantes casi nunca falla y si le añadimos unas buenas gambas con un ajillo suave el resultado no puede ser más apetecible y su preparación es de lo más sencilla. Vamos a por ello.

Ingredientes (para 2 personas)

  • 250 gr. de guisantes pelados
  • 15-20 colas de gamba peladas
  • 1 diente de ajo
  • 2 huevos
  • Perejil
  • Aceite de Oliva
  • Sal

Elaboración

En un cazo, ponemos a calentar abundante agua ligeramente salada. Mientras esperamos a que hierva, pelamos las colas de gamba y reservamos. Podemos aprovechar también para hacer una picada de ajo y perejil.

Cuando el agua arranque a hervir, es el momento de echar los guisantes. Por aquí nos gustan tersos, no excesivamente cocidos, así que los dejamos cocer unos 4-5 minutos. Retiramos los guisantes del agua y los echamos en un bol con agua y hielo para cortar la cocción e impedir que pierdan color.

Llega el momento de escalfar los huevos. Una, que siempre ha sido un poco torpe, lo hace con papel film. Lo primero es poner un cazo con agua a hervir. Mientras tanto, ponemos un trozo grande de papel film en un cuenco o vaso, el film debe cubrir toda la superficie. Añadimos una cucharadita de aceite de oliva, cascamos el huevo y lo vertemos encima, una pizca de sal, un poco de pimienta y cerramos bien el film como si fuera una especie de saquito. Hacemos lo mismo con el otro huevo.

Cuando el agua empiece a hervir, introducimos los saquitos en el cazo y dejamos cocer durante unos 5-7 minutos, en función de cómo de cuajados os gusten los huevos. Cuando estén listos, los sacamos y, con ayuda de una tijera, desmoldamos con mucho cuidado.

Toca hacer el salteado, en una cazuela de barro, ponemos un chorro de aceite de oliva y la picada de ajo y perejil. Cuando el ajo comience a dorarse, añadimos las gambas, dejamos que se frían y, en el último momento, añadimos los guisantes cocidos. Removemos durante un par de minutos y listo. Podemos servir el plato en la misma cazuela, simplemente poniendo encima los dos huevos escalfados.

El resultado es un plato colorido y muy sabroso que debe acompañarse de una buena rebanada de pan.

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