Tras sus variados y exóticos nombres (Naga Jolokia, Ghost Chili…) se esconde una de las guindillas más picantes del mundo. Concretamente la tercera más picante en el singular ranking que establece la escala Scoville para medir el picante.
Para hacerse una idea, basta apuntar que el ghost chili presume de un valor por encima del millón de unidades de este singular sistema de medición (1.040.020 SHU) y la salsa Tabasco anda entre los 2.500 y los 5.000.
Aunque entran sudores sólo de pensar en acercarse a una de estas, lo cierto es que la red está repleta de intrépidos catadores que se atreven con estas guindillas y luego graban su divertida agonía en vídeo. Lo que no es tan habitual es que haya mil locos dispuestos a probar uno de estos chilis ante la convocatoria de Chili Klaus, por lo visto una auténtica eminencia danesa en esto de los picantes extremos.
Si alguien tiene curiosidad por probarlo, mejor ver antes los efectos sobre este millar de insensatos y ver como sus pupilas gustativas dicen adiós para unos cuantos días. ¡Y tú que te creías valiente por comer wasabi!
De todos modos, que no cunda el pánico porque ésta sólo es la tercera más picante. En 2010 ese honor le fue arrebatado por el Naga Viper, que poco después también perdió su título ante el Trinidad Scorpion Butch T, actual campeón del tema.
Este simpático pimiento tiene que ser manipulado con guantes, los vapores que desprende al cocerlo son tóxicos y su simple cercanía al ojo puede producir ceguera temporal. Razones más que suficiente para que nosotros sigamos prefiriendo las piparras.
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