Florida Retiro, vuelve uno de los grandes clásicos de Madrid

Algunos tal vez lo descubrieron el otro día, durante la final de MasterChef Celebrity, pero los habituales del parque del Retiro de Madrid o quienes están al tanto de las novedades gastronómicas de la capital seguro que ya se habían enterado de la noticia: vuelve Florida Park. O, mejor dicho, Florida Retiro, que es como ha sido rebautizado este histórico espacio.

Por allí estuvimos hace unas semanas, para descubrir su cocina y espacios de la mano del chef Joaquín Felipe. Otro clásico de la cocina madrileña que también vuelve. ¿Otro Platea?, preguntamos nada más llegar, y guiados por las pistas sobre una especie de espacio gastronómico dividido en varias zonas. Pues no, no van por ahí los tiros.

Para que quienes no conocen la historia del local se sitúen un poco, y saltándonos sus orígenes a principios del siglo XIX como pabellón de caza del rey Fernando VII, Florida Park era en realidad muy conocido como sala de fiestas y plató televisivo, desde donde Jose María Iñigo presentaba Directísimo o Noche de Fiesta. ¿Uri Geller doblando cucharas? Pues sí, ocurrió aquí.

Tras una profunda reforma, vuelve dispuesto a reivindicar su espacio en la noche madrileña, combinando espectáculos y cenas. Una propuesta que -nos cuentan- está teniendo un excelente arranque en la capital. La gastronomía es, de hecho, el hilo conductor de todas las zonas de este recinto que, decorado por Pascua Ortega, luce realmente espectacular.

No somos mucho de hablar por aquí de quién decora o reforma los locales -a fin de cuentas son casi siempre los mismos-, pero en este caso hay que reconocer el buen trabajo. El Pabellón es el restaurante bandera de este espacio, y sus vistas al parque son una maravilla.

Pero nuestro espíritu vermutero no puede dejar de fijarse en la zona de terrazas (La Galería) y pensar en los vermuts de domingo, aprovechando los días fríos y soleados de Madrid. Tampoco falta un espacio denominado Los Kioscos, con diferentes puestos con charcutería, pescado o encurtidos.

Así que la idea es esa que empieza a ser tan habitual en muchos grandes restaurantes o espacios gastronómicos: una propuesta transversal en la que cabe casi todo el mundo, desde quienes andan por el parque y quieren picar algo, al aperitivo de media mañana, un café, la cena con espectáculo o una comida de cierto nivel.

Lleva sólo unos meses abiertos, y lo cierto es que el día que lo visitamos -entre semana, al mediodía- el restaurante tenía gran parte de sus mesas ocupadas. No hay menú del día, pero por lo que pudimos observar sí una clientela de negocios que busca un espacio distinguido y diferente para reunirse o comer algo. Hay que tener en cuenta que el precio medio andará sobre los 50 euros, teniendo cuidado con una carta de vinos que asusta un poco.

Joaquín Felipe se ocupa de la cocina de todas las zonas así que, como él mismo nos comentaba mientras nos enseñaba la espectacular bóveda del recinto tras la comida, ahora mismo no tiene mucho tiempo para aburrirse.

Pero es en El Pabellón donde mejor se expresan sus platos, que se podrían definir -esa manía de etiquetarlo todo- como clásicos actualizados con un toque exótico a base de hummus, curry acompañando el bacalao, y los omnipresentes ceviches y tartares.

Las sardinas marinadas con gazpacho verde igual resultan demasiado refrescantes para el invierno, pero el día que las probamos nos pareció una estupenda forma de empezar. Muy rico también el salmonete sobre lentejas beluga y el pichón de navas con quinoa. Una carta no muy extensa pero con platos que, sin duda, están pensados para una clientela que quiere probar cosas nuevas, pero dentro de unos límites.

Todo parece indicar que no estamos sólo ante la vuelta de un clásico, sino ante la creación de uno nuevo que, de momento y en sólo unos meses, ya ha conseguido convertirse en uno de los espacios de referencia para tomar algo, comer o cenar viendo un espectáculo. De momento, anotado queda en la agenda volver a pasarse por allí un domingo cualquier para tomar el vermut en el Retiro.