Filetes de “merluza” ‘Heura’. Probamos esta alternativa al pescado 100% vegetal

Confesamos que desde que sabemos que Heura no fabrica sus productos sino que vienen desde Holanda, andamos un poco escépticos con esta marca que llevamos años siguiendo. Cada uno organiza su negocio como quiere o puede, pero jugar al despiste con clientes y medios -somos de los que pedimos visitar las fábricas hace tiempo y, claro, no era posible- no parece una buena estrategia a largo plazo.

El caso es que tras el pollo y el cerdo, ahora Heura se atreve con una receta de pescado. La han bautizado como “filetes de merlVza”, con una “V” estratégicamente colocada para no mentir, pero sí hacer la broma.

El marketing siempre ha sido uno de los puntos fuertes de la compañía, con campañas muy mediáticas en las que se presentan, no como alternativa, sino como sucesora de la carne. Suponemos que ahora también del pescado. Heura nos lo ha enviado por si nos apetece probarlo, así que a ello vamos.

«Merluza» vegetal que huele a mar

Los filetes de esta merluza vegetal llegan refrigerados, no congelados como otros productos de la marca. Cada envase incluye dos piezas con la típica forma triangular que tienen los fuletes de merluza rebozados que venden muchas marchas.

Primera señal de que aquí se trata de ofrecer una alternativa a este producto, no a la merluza fresca. Se pueden preparar al horno, freidora o sartén. Optamos por esto último. Lo primero que sorprende es el olor a mar del producto. No a pescado, sino a un puerto limpio con un olor impecable. Mientras se fríe (unos cuatro minutos por cada lado), echamos un vistazo al envase.

El discurso es impecable. La delicada salud de los océanos, los efectos de la pesca, las redes y la contaminación de plásticos… Datos indiscutibles. La lista de ingredientes, como siempre, muy larga. Más allá de temas como la sostenibilidad o el veganismo, no hay que olvidar que esto es un ultraprocesado.

El packaging de plástico o los kilómetros que, por lo visto, viaja el producto, también son temas que habría que abordar si nos queremos tomar en serio lo de la sostenibilidad y que no sea solo una herramienta de marketing.

Crujiente

La merluza plant based está lista. Como promete el envase, queda crujiente, muy poco aceitosa y de aspecto perfecto. A primera vista podría parecer uno de esos filetes o barritas de pescado que algunos dicen que gustan a los niños. Spoiler: los niños prefieren una buena merluza rebozada en casa.

La partimos, y el aspecto y textura deja claro que esto no es un filete de merluza. De color blanco, podría ser un pescado desmigado y compactado, similar a las barritas de pescado congeladas.

También en el sabor. Nos ocurre lo mismo que en otras recetas plant based, que parecen más pensadas para servir con una salsa o entre pan y pan, que para degustarlas en solitario. Aquí un buen chorro de limón o un poco de salsa tártara ayudarían a animar el plato.

Resumiendo. ¿Están buenos? Sí ¿Dan el pego como filetes de merluza? No ¿Y como preparados de pescado rebozado y congelado? Eso más. Una alternativa para quienes prefieran no comer pescado aunque, como siempre repetimos, la auténtica alternativa vegetal a la merluza son las verduras o legumbres tal cual.

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