Por Ninna Jorro
El otoño ha llegado por la puerta grande. Lluvia, tormentas, fresquete… Eso es lo que tenemos en estos momentos por Levante, donde hemos pasado, en apenas una semana, del verano más agobiante y caluroso que recordamos al cómodo y nublado entretiempo.
Una época perfecta para rescatar la cazuela y ponernos a elaborar guisos de cuchara como este que, sin embargo, son aún relativamente ligeros. Estos fideos con gambas y berberechos son una adaptación freestyle de una receta gallega tradicional. Una que mi abuela bordaba como pocas y que hacía años que no probaba.
Porque si el otoño trae un sentimiento consigo, ese es el de la nostalgia: del verano, de las vacaciones, de los días largos y de tiempos mejores. Morriña, que dicen en Galicia, materializada en una receta más sencilla de lo que parece, que le viene al pelo al tiempo que tenemos y que tendréis lista en poco más de 20 minutos. Tomen nota.
Ingredientes (para 2 personas)
- 1/2 kg de berberechos frescos
- 200 gr de fideo grueso
- 10 gambas
- 1 patata mediana
- 2 tomates
- 1 cebolla tierna
- 1 diente de ajo
- 1/2 vaso de vino blanco
- Perejil picado
- Sal
- Pimienta
- Pimentón dulce
- Azafrán
- Aceite de oliva
- Agua
Elaboración
Un par de horas antes de ponernos a cocinar, deberemos poner los berberechos en un recipiente con agua y sal para que suelten la arenilla que puedan tener.
Como paso previo, podéis pelar las gambas, reservar las colas y utilizar las cabezas para hacer un caldo express que dará más sabor al guiso. No obstante, si tenéis colas de gamba congeladas, por ejemplo -no, no es delito- la receta funciona igual con agua, aunque tiene un sabor menos intenso.
En una cazuela baja con aceite de oliva, ponemos a dorarse a fuego medio la cebolla tierna y el ajo bien picados. Mientras se hacen, rallamos los dos tomates y picamos el perejil. Con un par de cucharaditas bastará.
Cuando la cebolla y el ajo estén listos -la cebolla debe haber reducido bastante- añadimos el vino blanco y dejamos que evapore el alcohol y reduzca. Nosotros hemos usado un Albariño que teníamos abierto pero un vino blanco común servirá igualmente.
Añadimos el tomate rallado, removemos y dejamos cocer un par de minutos. Pasado ese tiempo, añadimos el perejil picado, una pizca de azafrán, una pizca de pimentón dulce y sal. Bajamos el fuego y dejamos cocer durante 3-4 minutos.
Añadimos la patata cortada -mejor dicho, trinchada para que suelte el almidón- en trozos pequeños. Removemos y dejamos que se impregne de los sabores del sofrito. Añadimos medio vaso de caldo o agua y dejamos que cueza durante unos 5-6 minutos. Pasado ese tiempo, el líquido habrá reducido más o menos a la mitad y será el momento de añadir medio vasito más.
Dejamos cocer hasta que la patata esté prácticamente hecha, añadiendo más caldo o agua si es necesario y en función de si queréis que os salga más o menos caldoso. Agregamos las colas de gamba y removemos bien, dejamos que cuezan un par de minutos y, seguidamente, añadimos los fideos.
Pasados unos 3 minutos, incorporamos los berberechos, removemos y añadimos una pizca de pimienta molida. Tapamos la cazuela con una tapadera y esperamos a que los berberechos se abran. Cuando estén hechos, apagamos el fuego y dejamos reposar un par de minutos.
Durante todo el proceso, debéis estar pendientes de que el guiso no se quede sin agua. Si sois, como nosotros, de los que preferís más bien poco líquido, dejad que este se evapore hacia el final. Es cuestión de calcular en función del gusto de cada uno.
Nosotros hemos espolvoreado un poco de perejil picado y pimienta justo antes de servir y le ha sentado de maravilla al plato. Sólo os queda abrir una botella de vino y ¡a disfrutar!