Si en una cena queremos pasar por cocineros expertos no hay nada como aventurarse con platos exóticos, de esos que normalmente comemos sólo fuera de casa. Es presentar en la mesa unos falafeles cocinados por nosotros mismos y oír al unísono aquello de… ¿lo has hecho túuuuu? Pues sí, no es tan complicado -incluso podemos decir que es muy fácil- pero impresiona.
Ahí va nuestra receta particular para unos falafeles caseros. Y para acompañar una variación de la conocida tzatziki, la salsa de yogur griega con lo que conseguimos una fusión europeo-oriental.
Ingredientes (para 4 personas):
- 400 gr. de garbanzos secos
- 1 cebolla
- 1 diente de ajo
- Medio pimiento rojo
- Un brote de apio
- Un manojo de perejil
- Un manojo de cilantro
- Especias al gusto: cardamomo, hinojo, cilantro, pimienta negra y nuez moscada
- Pan rallado
Para la salsa:
- 1 yogur natural
- Zumo de limón
- Un poco de apio (parte más tierna y blanca)
- Unas hojas de cilantro picadas
- Sal y aceite de oliva
Preparación:
Lo único que hay que tener en cuenta a la hora de preparar los falafels es que no se pueden improvisar porque debemos tener la previsión de poner los garbanzos en remojo al menos 10 horas. Una vez tengamos los garbanzos a punto el resto de proceso es escandalosamente fácil.
Ponemos en un robot los garbanzos – atención ¡sin cocer! – la cebolla, el ajo, el pimiento y el apio. Estos dos últimos ingredientes son la aportación gulatequera a la receta básica. Añadimos también las hojas de cilantro y de perejil y lo trituramos todo.
Por otra parte molemos en un mortero las especias. La receta admite mucha variedad y en realidad es esto lo que hará que nuestros falafeles sean únicos. En nuestro caso hemos optado por una mezcla de las semillas de dos vainas de cardamomo, unas semillas de hinojo – cuyo sabor nos recuerda al apio que hemos puesto en la masa – unas semillas de cilantro, bien de pimienta negra y un poco de nuez moscada. Todo molido al instante para preservar todo el aroma y sabor.
Mezclamos las especias con los garbanzos molidos y agregamos la sal y un poco de pan rallado para dar más consistencia a la masa. Podemos dejar la mezcla en la nevera unas horas para que se mezclen bien los sabores.
Mientras, preparamos la salsa de yogur que no tiene ningún secreto. Mezclamos el yogur – si es cremoso tipo griego mucho mejor – con el zumo de limón, la sal, el aceite de oliva y la ramita de apio bien picada. Reservamos en la nevera.
En el último momento damos forma a los falafeles con las manos humedecidas y la ayuda de una cuchara. Podemos hacer tipo croqueta o bien mini hamburguesas, lo que prefiramos. Freímos a fuego medio hasta que estén bien crujientes. Como siempre, quitamos el aceite sobrante con papel de cocina.
Una receta más fácil que las croquetas y con un toque exótico para ser los más originales. Además es un plato vegetariano e incluso vegano si acompañamos con otra salsa. Perfecto, por tanto, para todos los comensales.