Por Ninna Jorro
Hay algo que nos encanta de las tortillas de trigo: que puedes ponerles dentro casi cualquier cosa que te apetezca. En casa siempre tenemos un paquete -porque no, no solemos hacerlas nosotros- para solucionarnos la comida o la cena de un día cualquiera.
En este caso coincidió que teníamos también algo de conejo, una carne con la que nunca sabemos muy bien qué preparar. Está claro que podíamos haberlo hecho al ajillo, en guiso o añadirlo a la paella pero nos hemos decantado por hacer unas fajitas (que nos perdonen los mexicanos y los puristas) para darle un toque distinto a nuestra comida dominguera.
El resultado es muy parecido al que se obtiene con la carne de pollo pero, en este caso, estaban algo más tiernas y, claro está, tenían un sabor algo distinto. Tomen nota.
Ingredientes (para dos personas)
- 4 tortillas de trigo
- 300 gr. de carne de conejo
- 1 pimiento rojo
- 1 pimiento verde
- 1 cebolla
- 1 cucharada de tomate triturado
- Aceite de oliva
Para la mezcla de especias
- 1 cucharada de chile molido
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de pimentón picante
- 1/2 cucharadita de cebolla deshidratada en polvo
- 1/2 cucharadita de ajo en polvo
- 1/2 cucharada de comino
Elaboración
Lo primero que tenéis que hacer es preparar la mezcla de especias. Con estas medidas os dará para un par de tandas de fajitas. Nuestra recomendación es que mezcléis especias como si llegara el fin del mundo y conservéis la mezcla en un recipiente hermético. Podéis tunear la mezcla a vuestro gusto, más picante, menos… Hay quien a estas especias añade otras menos evidentes: canela, curry… Lo dejamos a vuestra elección.
Nosotros hemos comprado las tortillas de trigo pero siempre podéis prepararlas vosotros en casa. En Mercado Calabajío te explican cómo.
Cortamos la cebolla y los pimientos verde y rojo en tiras, reservamos. A continuación, deshuesamos y troceamos el conejo. Lo suyo es hacerlo en tiras pero nosotros hemos sido algo más anárquicos y nuestras tiras son más bien trocitos. Para el caso, el sabor es el mismo.
Sofreímos la cebolla en una sartén con aceite de oliva. Si queréis, podéis añadir también pimienta cayena al aceite para que quede más picante, a vuestro gusto. Cuando la cebolla empiece a coger color añadimos los pimientos. Removemos bien y dejamos que se frían durante un par de minutos.
Añadimos, a continuación, el conejo. Removemos bien para que se mezlen los sabores. Cuando la carne se empiece a dorar, añadimos el tomate triturado y removemos de nuevo. Es el momento de las especias. Dos cucharaditas y media son suficientes pero, como siempre, vuestro paladar es el que manda. Removemos durante un minuto o dos y ya tenemos listo el relleno.
Sólo queda rellenar las tortillas de trigo y añadirles los condimentos y acompañamientos que más nos gusten. Nosotros le echamos un poco de salsa de chiles que teníamos por casa y -¡qué Santa Guadalupe nos perdone!- un poco de queso rallado.
Quizá no sea la receta más ortodoxa del mundo pero el resultado es riquísimo, barato y ultra-efectivo en caso de resaca ¡Garantizado!
