Con el permiso de enero, septiembre suele ser el otro gran momento del año para los buenos propósitos. Y entre ellos, lo de comer mejor tiene un lugar destacado. Nada de dietas -y menos dietas de esas absurdas y con apellido-, pero siempre es buena idea dedicar un momento a pensar qué comemos y cómo podemos hacerlo de forma más saludable.
Pero no nos engañemos. En realidad, conocemos la teoría de sobra y sabemos perfectamente qué es lo que habría que ir reduciendo (carne, ultraprocesados, alcohol…) y de qué hay que comer más. No obstante, siempre está bien contar con nuevos argumentos para reforzar el plan, y el estudio que han elaborado en la Universidad de Michigan la verdad es que es muy potente.
Y es que en su estudio, Health Nutritional Index han elaborado una lista con los minutos de vida saludable que restan algunos alimentos y los que suman otros. Si además de nuestra salud y lorzas, también nos preocupa el tema medioambiental, por el mismo precio podemos saber la huella de carbono que conlleva cada uno de los productos que añadimos a la lista de la compra y a nuestro menú semanal.
Según estos datos, por ejemplo, un perrito caliente nos resta 36 minutos de vida, mientras que una ración de frutos secos y semillas nos permite alargar nuestro reloj vital unos 25 minutos. Hablan siempre de vida saludable, es decir, no habría que pensar en este curioso estudio como una especie de cuenta atrás que se va actualizando cada vez que nos sentamos en la mesa.
En realidad, solo se trata de poner en cifras y darle un enfoque un tanto mediático a lo que ya se sabe. Es decir, esta especie de reloj nutricional y vital no descubre nada: carnes, refrescos y compañía están en la parte mala; verduras, frutas y legumbres en la buena; y otros alimentos (lácteos) están en la zona neutra.
Curiosamente, estos últimos parecen situarse en un nivel de huella de carbono similar a un pepino, lo que hace pensar que la ganadería industrial, en su vertiente de lácteos, y la agricultura extensiva tienen el mismo peso medioambiental. En cualquier caso, hablamos siempre de datos y números basados en Estados Unidos.
Es verdad que estar zampándose una hamburguesa pensando que eso significa media hora menos en condiciones en este mundo puede genera un poco de ansiedad. Una pésima idea para quienes tratan de comer de forma más saludable y se sienten mal cada vez que se comen algo que no corresponde con el plan. Lo comentábamos el otro día al hablar de la cara B del realfoodismo.
Tampoco nos parece muy justo eso de dejar en manos del consumidor la responsabilidad medioambiental. Por ejemplo, según este estudio, reduciendo solo el 10% de la ingesta calórica a base de carne se consigue disminuir la huella de carbón una tercera parte. Y, de regalo, 48 minutos más de vida que se ganan cada día.
Suena tentador y, en efecto, nos parece un argumento interesante para quien lo pueda utilizar para animarse. Mejorar la dieta en esa dirección no parece complicado, y con los beneficios tan claros sobre la mesa menos aún.
Pero también implica que se está trasladando toda la culpa al consumidor. Si no reduces tu huella de carbono te estás cargando el planeta. Si no comes mejor, te vas a morir antes o vas a vivir peor. Que sea cierto no significa que sea injusto y absurdo descontextualizarlo de las políticas y leyes que tienen que ir de la mano para, por ejemplo, regular la publicidad y las prácticas de la gran industria alimentaria. Y pasar una buena factura a quienes no lo cumplan, claro.
De todo lo que resta minutos de vida solo el café se toma todos los días y he conocido personas que bebiendo café a diario ha pasado de los 90,
Para mi el gráfico que hay con una serie de alimentos que va desde el verde al rojo, dependiendo del alimento que se trate, no es mas que una falsedad flagrante; porque por mas que me esfuerzo, no consigo ver ahí ningun alimento de la mar ni de agua dulce, que los hay muy sanos y muy buenos y sin embargo, como digo, no veo ahí nada de nada. Quien diseñó ese gráfico debería invitarme a tomar unas ostras con un buen albariño y de segundo, una ventresca de bonito a la brasa con una buena sidra.
Tostadas con mermelada es lo mejor para alargar la vida, según la gráfica
El cianuro es el que más años quita
Entonces pasate todo el día comiendo pipas y vivirás eternamente.p
Ya no sólo es el alimento en sí. Hay que fijarse también en el entorno en el que crece y se desarrolla y en el modo en que se elabora.
Si la comida está rtca, rica, rica Por qué abtenerte de comerla solo para vivir mas minutos?