Espencat

Nada mejor para despedir agosto (y con él las vacaciones, para muchos) que una receta veraniega y muy meditarránea. Concretamente un plato valenciano archiconocido por esas tierras y  que se sirve como aperitivo los domingos o que, acompañado de una rebanada de pan, se convierte en una estupenda cena después de un día de playa: el espencat.

Ingredientes

  • 2 berenjenas
  • 3 pimientos rojos
  • 3 tomates
  • 1 diente de ajo
  • 50gr de bacalao en salazón
  • Aceite de oliva virgen extra

Elaboración

El espencat debe su nombre a la forma de prepararlo. En valenciano, «espencar» quiere decir trocear con las manos y así es como debe hacerse.

Lo primero es poner a desalar el bacalao la noche anterior. No será necesario cambiar el agua o, en todo caso, solo habrá que cambiarla una vez. La idea es que el bacalao no quede completamente desalado.

Al día siguiente, en una bandeja de horno, ponemos las berenjenas, los pimientos y los tomates. Deben asarse durante unos 12-14 minutos a 200 grados.

Cuando las hortalizas esten asadas y hayan templado un poco – no deben estar completamente frías – las pelaremos con las manos. En el caso de las berenjenas basta con quitarles la piel. A los pimientos habrá que quitarles también las pepitas. Es importante, además, que pelemos los tomates directamente en el bol donde mezclaremos el espencat, ya que al quitarles la piel sueltan un líquido que nos interesa conservar.

Una vez esté todo pelado, empezaremos a espencar. Con las manos, trocearemos en tiras las hortalizas y las pondremos en un bol. Una vez hecho esto, añadimos el diente de ajo cortado. Más que cortarlo, debemos troncharlo, es decir, nos ayudaremos del cuchillo para hacer el corte pero acabaremos de trocearlo haciendo palanca con él. Una vez añadido, removemos suavemente con una cuchara.

Es el momento del bacalao. Podéis añadir más o menos cantidad en función de vuestro gusto. Igual que con las hortalizas, trocearemos el bacalao con las manos y, al acabar, removeremos suavemente.

Tras rectificar el punto de sal, se cubre con aceite de oliva. La mezcla debe quedar bien impregnada, prácticamente cubierta como se ve en la imagen.

Removemos suavemente, dejamos reposar unos 5 minutos y estará listo. Este plato puede tomarse tibio o frío, solo o acompañado de pan. Nosotros os lo recomendamos tibio y sobre una rebanada de buen pan. Para chuparse los dedos.

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