Muchos quesos tienen un olor muy marcado, algunos especialmente fuerte y luego están los que hacen arrugar la nariz y casi salir corriendo. Al menos hasta que al probarlos queda claro que un olor intenso y un punto desagradable no significa que no sean una auténtica maravilla. Es más, a veces ocurre todo lo contrario.
Ésa es la liga en la que juega y gana por goleada el queso Époisses de Borgogne, que pasa por ser uno de los que, dejando a un lado lo políticamente correcto, peor huelen del mundo. Y no es una simple forma de hablar porque una curiosa ley francesa especifica que este queso es tan apestoso -dicho desde el cariño- que no puede llevarse en el transporte público del país.
O al menos así lo dictaba en su día, porque no está muy claro si se mantiene vigente o es sólo una leyenda urbana que nos dedicamos a repetir. En todo caso, sería interesante saber cómo se aplicaría. ¿Policías catadores de queso en las entradas del metro y el autobús de París para ver si el bocadillo de turno es de Époisses?
Bromas al margen, y para comprobar qué hay de realidad y cuánto de exageración en torno a este queso de la Borgoña, nada mejor que preguntarle a un maestro quesero como Sergio Martínez, que ejerce en Poncelet Cheese Bar, en Barcelona. Desde 2014, este local se ha convertido en uno de los referentes para los más queseros de la ciudad, y en sucursal de esta conocida tienda de quesos (también on-line) y restaurante que, en su central de Madrid, presume de tener más de 80 variedades nacionales y 240 europeas.
«La particularidad del queso Epoisses es que su corteza esta lavada con licor Marc de Borgoña. Al pincelar su corteza desarrolla un olor muy potente -a pies- y se le forma una bacteria llamada brevibacterium linens», nos explica Martínez. También hay que tener en cuenta -continúa- que es un queso de leche cruda y su sabor, por el tipo de lavado que se le hace, es animal con tonos acres y metálicos.
¿Es el queso que peor huele del mundo? Posiblemente no, aunque es cierto que aparece en todos los rankings dedicados a resolver esta cuestión. Sin ir más lejos, un estudio científico de hace más de una década situaba al Vieux Boulogne por delante en apestosidad.
En cualquier caso, España tampoco anda mal servida de quesos con una personalidad olorosa muy marcada. El queso Cabrales es posiblemente uno de los más conocidos, y su fuerte olor se debe al moho que desarrolla en las cuevas donde madura. Pero hablando de quesos españoles fuertes, Sergio Martínez nos remite al queso asturiano Casín.
«Es un queso hecho por rabiladas, es decir, se amasa varias veces la cuajada en la máquina de rabilar, una amasadora que consta de dos rodillos movidos por motor que giran en direcciones contrarias. Es un queso de leche cruda, muy picante y astringente». En esta particular lista de quesos españoles también entraría el Geo, otro queso asturiano de leche cruda que tiene un sabor animal y a establo.
Maridar unos quesos tan singulares no es fácil, pero Martínez pone sobre la mesa algunas ideas. Para el Époisses, por ejemplo, recurrir a una cerveza tostada sería un buen plan. En el caso del Casín no es ninguna tontería atreverse a combinarlo con whisky o incluso ginebra, mientras que el Geo se lleva bien con vinos que hayan tenido barrica o espumosos.
Por cierto, quienes se acerquen por Poncelet Cheese Bar en Barcelona podrán comprobar que el Époisses figura dentro de una tabla de seis quesos escogida hace ya tiempo por un panel de periodistas y medios en el que participó LaGulateca. Efectivamente huele fatal, pero es de esos que, tras probarlo, pasan automáticamente a la lista de quesos favoritos.
Yo sólo quiero plantear una duda:
Un maestro quesero, ¿quién es?.
Nunca sé si hace referencia a una persona que sabe cosas que leyó sobre los quesos que tiene que vender o se trata de una persona que sabe elaborar esos quesos.
Tal vez sea un concepto no definido y utilizado por el primero que lo coge para él, no lo sé.
Hola Paul,
Como se comenta en el texto, estamos convencidos de que hay mucho de leyenda en esta historia del queso prohibido que -eso sí- todo el mundo da por hecho que existe. En cualquier caso, también es cierto que -como se menciona medio en serio medio en broma- tampoco habrá policías queseros en el metro para comprobar si la gente lleva epoisses encima 😉
Un saludo y gracias por leernos
Iker
Hola Manuebcn
Si eres habitual de la casa seguramente ya habrás notado que aquí no hay noticias pagadas de esas que comentas, ni post patrocinados, ni publicidad encubierta ni ese tipo de cosas que tanto se estilan en algunos medios o blogs. Respecto a lo que comentas del restaurante quesero, es normal habitual del periodismo -que eso sí se practica por aquí- consultar fuentes expertas para hablar de diferentes temas. En este caso, hablábamos de quesos y estoy convencido de que los maestros queseros de Poncelet saben bastante del tema.
Un saludo
Iker
Bastante mas fuerte y oloroso que el Cabrales y el Casín es el también asturiano queso de la peral.
El artículo es una ‘noticia pagada», es decir, publicidad encubierta del restaurante quesero al que ponen incluso descaradamente el enlace.
Hay muchos quesos que huelen muy mal, entre ellos el Cabrales, yo no lo quiero ni de lejos, pero los puristas dicen que cuanto mas huele mejor es. Es verdad que huele mal, pero también lo es que es uno de los mejores quesos del mundo.
Hola soy gabacho, el peor queso apestante es el de Cabrales
Que mentira mas grande!! Soy frances y vivo en francia y nadie prohibe llevar un queso de este tipo. Lo venden en todo los lados y no huele tan fuerte ! Que sensationalismo para vender papel.