Quienes defienden que absolutamente todo se puede poner entre pan y pan para hacer un bocadillo, seguro que están encantados de descubrir que en Lleida se atreven incluso con los caracoles. Sí, efectivamente, el bocadillo de caracoles existe y algo nos hace pensar que, como suele pasar con cualquier plato en el que estén presentes los caracoles, provocará entusiasmo y caras de horror a parte iguales.
Si existe el bocadillo de calamares, ¿por qué no también de caracoles? Algo así debieron de pensar en Bokadium, un local de bocadillos gourmet en Lleida, donde han decidido llevar la pasión de esta ciudad por los caracoles un paso más allá. De hecho, este mismo fin de semana se celebra allí, como cada año, el Aplec del Caragol, una auténtica fiesta dedicada a la gastronomía alrededor de este ingrediente.
Según explican los responsables de esta cita en la que se sirven, atención, 12 toneladas de caracoles para los 200.000 asistentes, este bocadillo tan especial incluye caracoles, longaniza y alioli suave con pan de pimentón. El invento es obra de Miquel Robles y Marc Majos, socios de este negocio, que decidieron dedicar a los caracoles el bocadillo especial del mes de mayo.
No lo hemos probado, pero es fácil imaginar que entre el alioli y la longaniza los caracoles aportarán más bien textura y un poco de originalidad al sabor del bocadillo que, eso sí, entra automáticamente en la lista de los más curiosos. Por mucho que, según leemos, hace ya unos cuantos años alguien se atrevió a probar por libre eso de poner caracoles entre pan y pan. Aunque nunca más se supo del invento.
Por cierto, ¿seguro que podemos seguir torciendo el morro cada vez que alguien habla de comer insectos mientras por aquí no le hacemos ascos a unos buenos caracoles, incluso en bocadillo?
Desde que descubrí el bocadillo de corazones de pollo ya nada me sorprende
La idea me produce arcadas.