Un reciente estudio demostraba lo que más o menos todo el mundo sabía: la mayoría de las personas elige el vino por el diseño de la etiqueta. Un sistema que puede estar muy bien -en realidad no tanto- en las tiendas, ¿pero qué ocurre en el restaurante? Aunque algunos ya se han animado a incluir imágenes en la carta de vinos para facilitar el trabajo a los que se dejan llevar por el colorido de la etiqueta, no es lo habitual.
Es ahí cuando entra en acción otro viejo truco del que casi nadie habla pero que muchos utilizan en secreto: pedir el segundo vino más barato. Sí, que no se espanten los expertos y sumilleres de la sala porque es una práctica bastante habitual. Pedir el más económico a veces se nota demasiado o puede quedar poco elegante si se trata de quedar un poco bien. ¿Pero quién se va a fijar que estamos basando nuestra elección en el precio y quedándonos con el segundo más ajustado de presupuesto?
Pues en realidad todo el mundo porque, de hecho, ni es un truco ni es un secreto. Desde hace mucho tiempo los restaurantes y sumilleres son conscientes de ello, así que toca preguntarse en voz alta, no ya si se trata de un buen sistema para elegir el vino, sino también hasta qué punto los restaurantes pueden aprovecharse para colarnos el vino que ellos quieren.
Para salir de dudas nos hemos ido hasta el restaurante Mugaritz para hablar con Guillermo Cruz, sumiller de esta casa y elegido mejor sumiller del país en 2014. Por supuesto, él también se conoce lo que denomina “un viejo truco”, aunque no está muy convencido de su efectividad. “No me parece un buen criterio, hay mucho riesgo al elegir un vino así”, apunta.
“Tentar a la suerte a la hora de elegir un vino y pedir el primero que aparezca puede salir bien, pero también puede salir mal. No porque los vinos sean malos, sino porque quizás no es el estilo que estamos buscando”, explica.
¿Pero se aprovechan los restaurantes para sacar las botellas olvidadas del almacén colocándolas en este puesto de la carta que muchos eligen a ciegas? “No creo, porque a día de hoy ya no se compra el vino como antes, que había que pedir mucha cantidad de cada referencia y existían unos inmovilizados muy grandes. Ahora todo son facilidades para comprar y se pueden hacer previsiones e incluso se pueden pedir por botellas, no por cajas”, señala.
Así que, según Cruz, la teoría conspiranoica en la que -rizando el rizo- era casi mejor pedir el más barato que el segundo más económico para que no nos tomaran el pelo parece que se puede descartar.
Aclarado que basar la decisión sólo en el presupuesto no es una buena idea, ¿cómo elegimos el vino de la carta? En este punto, claro, el sumiller de Mugaritz reivindica su oficio. “Lo mejor es pedir consejo y explicar qué estamos buscando (blanco, tinto, espumoso…) y dar alguna pista sobre lo que nos gusta: fresco, con más cuerpo…”.
¿Y el precio? Sin duda, asegura, dar una orientación sobre el presupuesto disponible sin ningún tipo de reparo es siempre una buena idea. Un truco si se trata de una reunión más formal y queda feo hablar de dinero en voz alta: señalar el precio de un par de vinos de la carta y el sumiller ya entenderá que ese es el precio en el que nos queremos mover, nos cuenta Guillermo Cruz.
“Hay vinos que por 15 euros son fabulosos y otros que por 50 euros son desastrosos”, recuerda. Y teniendo en cuenta que estamos ante alguien acostumbrando a descorchar botellas de miles de euros -un Romanée Conti del 2005 de DRC a 7.800 euros figura entre las más exclusivas que ha abierto- no parece una mera frase hecha.
Adecuar el tipo y nivel de vino al de la comida para conseguir un equilibrio es posiblemente el mejor consejo. “Para mí los mejores vinos son aquellos capaces de reclamar su origen, enseñar la tierra de donde vienen y que emocionan”, concluye.
#15 Como hay:
– Mucha tontería con los coches (gente con Audi A8 pidiendo vino de la casa baratero).
– Mucha tontería con cambiar de móvil cada año pagando 1000€ por el mismo.
– Mucha tontería por vivir en un chalet de 500 metros útiles con todos los lujos, muebles de decenas de miles de euros, jardín y piscina para vivir una pareja de cincuentones solos sin hijos (desaprovechando el 80% del espacio disponible).
– Mucha tontería con los viajes lejanos y contar por Facebook el viaje a Indonesia para parecer «importante».
– Mucha tontería con las bodas, las despedidas de soltero, el postureo y muchas cosas más…
De todas esas «tonterías», sin embargo, vive mucha gente: el que diseña, produce y vende coches, el Estado que recibe los impuestos, las gasolineras, el que vende móviles, el que diseña y hace casas de lujo, el que fabrica y produce muebles de lujo, los jardineros, los limpiadores de piscinas, las agencias de viajes presenciales y online, los hoteles, los hostales, las empresas de alquiler de coches,…
Si acabamos con todas las «tonterías», si vamos a lo absolutamente esencial, estaríamos en la puñetera calle el 80% de los trabajadores de España, Europa y el mundo entero.
Que cada uno se gaste el dinero en lo que le dé la gana mientras sea ganado honradamente.
La vida es cuestión de prioridades y… no todos tenemos las mismas 😉
Siempre pido uno que no tenga agua
Lo que hay es mucha tontería con el tema del vino.
Da igual las veces que se haya publicado esto, este tema es eterno. Si se busca un vino barato no hay mas que pedirlo, el de la casa o uno barato, no pasa nada por eso. Yo supongo que si el establecimiento tiene sumiller es que es un sitio caro, no tiene sentido ir a un sitio caro a pedir el vino mas barato. Y si hay sumiller no hay quien lo engañe, porque lo sabe todo sobre el vino, si vamos de enteradillos el sumiller se reirá de nosotros. Vale mas decir, yo no entiendo de vinos, ¿ que vino me aconseja ?, o simplemente decirle » un vino bueno pero no excesivamente caro «. Quedas como un señor y no haces el ridículo frente al sumiller. Eso pienso yo.
«Comprar una botella por el equivalente al salario anual de muchas personas me parece que explica muchos males de nuestra sociedad actual.»
Eso es una tontería del estilo de cuando tus padres te decían que te comieras el plato, que en África los niños se morían de hambre.
El que tú te comas o no el plato, no va a hace que en África las cosas cambien ni a mejor ni a peor.
Del mismo modo, que uno que puede permitírselo se compre una botella que vale el salario anual de muchas personas, ni les soluciona ni les provoca a estas el más mínimo problema.
yo pido un vino que se acerque a mi economía. ya sé que uno barato puede estar muy rico y uno caro estar asqueroso.
la última vez que pedí consejo nos metieron un vino de 4 lauros la copa cuando por la zona estan alrededor de 2,5.
«asínque» vuelvo a mi intuición guiada por el precio si no conozco ninguno.
el sitio era «olor y sabor» que además de esta crítica tiene una tortilla de patatas muy rica y a buen precio.
Hay algo que debería mejorarse, en Francia puedes pedir botellas de vino de tamaño más pequeño, y por supuesto más económica. En España apenas hay un par de marcas que envasan en formatos más pequeños, opino que seria una buena opción, a veces vas en pareja y no puedes pedir una botella porque es demasiado, y pedir en copas siempre desconfías porque no sabes cuanto tiempo lleva abierta la botella.
Cambia el vino por una cerveza que se salga de las estandares y por poco dinero habras acertado de lleno casi en el 99% de las veces. El problema es que los snobs e intrusistas del mundo del vino ya se estan entrometiendo en el mundo de las cervezas tambien y ya mismo tendremos la misma confusion para poder descriminar cual guarda armonia con su precio y cual no
Titular: sumiller aconseja preguntar a sumiller para elegir vino.
A ver Ruty eso de triplicar no es exactamente así. Esa maxima en hosteleria de triplicar los precios se usaba como referencia hace muchos años cuando todo tenia otro valor.Las cosas mas economicas de coste son las que llevan el porcentaje mas alto y las mas caras el mas bajo, ejemplo. Una botella de vino que cuesta 3 euros probablemente la encuentres a 9 euros en un restaurante, el beneficio de margen son 6 euros, pero una botella de coste 40 euros no te cobraran 120 y si lo hacen, no tienen ni idea de llevar su negocio el margen de coste serian 80 euros, No creo que nadie por mucho dinero que tenga pague esa diferencia. Como mucho te cobraran entre 60 y 65 que ya esta bien cobrado te lo aseguro.
El vino en un barcoooo, de nombre extranjerooo
Pues sí manolo, vivimos en una era donde cualquier mindundi puede publicar lo que le dé la gana, en internet.
Blogueros, Youtuberos… gente de copia y pega, periodistas de pega.
Yo solo voy al McDonald’s , no puedo elegir vinos ni más caros ni más baratos. Soy pobre.
a ver…..como decirlo, ESTA ENTRADA YA LA HAN PUBLICADO DESDE HACE UNOS 10 AÑOS AL MENOS MIL MILLONES DE VECES EN MILES DE MEDIOS Y BLOGS, solo has hecho un corto y pego y nada mas,
Benicio, es que en los restaurantes tienes que multiplicar por 3 lo que le cuesta al dueño comprar las cosas. Las cosas vales 3 veces más, porque tienes que pagar lo que te ha costado, tienes que pagar a los empleados y luego el beneficio que te tienes que llevar. Por eso las cosas valen x3.
Como si fuésemos capaces de ir a comer a un restaurante…
Ya ni te cuento pagar el triple de lo que vale ese mismo vino (fabuloso o no) en el super
Y no digo sólo vinos de 6 euros que en carta cuestan 18, sino de 20 que te quieren sablar 60
Eso explica también los males de nuestra sociedad actual, creemos que vivimos en la abundancia
Comprar una botella por el equivalente al salario anual de muchas personas me parece que explica muchos males de nuestra sociedad actual.