Meetic, Adopta un tío, Tinder, Badoo… la lista de aplicaciones para buscar pareja, amistad, compañeros de cama o lo que surja es cada vez más amplia. Pero hasta ahora nadie había caído en un pequeño detalle: ¿Qué pasa si un amante del bacon topa con alguien vegano? ¿De qué hablarán en la primera cita cuando uno empiece a dar la lata con el tofu y el otro con los mejores cortes del cerdo? ¿Qué ocurrirá cuando llegue el momento del desayuno? Porque en estas citas, se acaba desayunando, ¿no?
Para evitar estos problemas gastro-amorosos nace Sizzl, la primera aplicación de ligoteo dedicada a quienes consideran que el bacon es el mejor invento del mundo y que no hay nada más romántico que decir te quiero con una buena ración de grasa crujiente. Una idea de Oscar Mayer que -posiblemente con más humor que utilidad real- pretende que surja el flechazo entre los devotos del tocino.
El sistema es el habitual en este tipo de aplicaciones amorosas 2.0: una foto de perfil en la que se salga lo mejor posible, y un perfil en el que, claro, el bacon tiene un gran protagonismo. La idea es describir cómo nos gusta cocinarlo o comerlo, dónde prepararías una buena ración para una cita e, importante, en dónde estás. Y es que por mucho que una el amor por la panceta, de poco servirá si él está en Matalascañas y ella en Texas. Por ejemplo.
Si alguien se anima a probarlo, ya nos contará su experiencia y, llegado el caso, incluso podemos ejercer de reporteros en la futura boda. Eso sí, mejor manejar con precaución esta red, no vaya a ser que alguien se encuentre con algún candidato del Partido Republicano de Estados Unidos proponiendo su receta de bacon con armas como plan para la primera cita.