¿Qué comemos mañana? ¿Y para cenar? ¿Y el tupper del martes? Para muchos, estas son algunas de las preguntas más repetidas y odiadas alrededor de la cocina de casa. Y es que organizar el menú semanal -y todo lo que ello conlleva- no es nada fácil, y si hay niños por medio la cosa puede complicarse más.
Siete días y dos comidas diarias (vamos a dar el desayuno y la merienda por resueltos…) suponen tener que pensar cada semana un mínimo de 14 platos. O 28, si jugamos a lo de primero y segundo. Así que, por supuesto, cualquier ayuda a la hora de organizar los menús de toda la familia es bienvenida.
Y es ahí donde entra Menuario, un sencillo pero ingenioso sistema para que pensar y organizar el menú semanal y las correspondientes compras no se convierta en un martirio y en una sucesión de preguntas y carreras a última hora al mercado para comprar tal o cual ingrediente.
Menuario se compone de una pizarra magnética -ideal para colocarla en la nevera- con el calendario semanal y 28 fichas imantadas, para ir repartiendo los tipos de platos a lo largo de todas las comidas y cenas. No son recetas concretas, sino grupos de alimentos como carne, pescado, cereales, huevos, verduras…
La idea -explican sus creadores- es poder controlar todo el menú semanal de un vistazo y repartir los diferentes alimentos a lo largo de cada día, de forma que sea lo más variado posible. Para facilitar la labor, esos 28 imanes ya tienen un número equilibrado de cereales, proteínas y verduras para que la dieta resulte sana y nuestro trabajo sea simplemente colocarlos en las comidas y cenas correspondientes.
¿Y las recetas? Aunque saber que toca pasta, pescado o verdura -por ejemplo- ya es un porcentaje muy grande del trabajo, para acabar de rematarlo, en el blog de Menuario van publicando cada mes propuestas de platos concretos para completar el menú y cada una de las categorías. Un recetario que -explican los autores de este sistema- se configura de acuerdo a los productos de temporada y siguiendo las pautas de la dieta mediterránea.
¿El precio? 30 euros, que incluyen la pizarra con sus imanes y un rotulador, un libro de consejos nutricionales, recetas… Vaya, todo lo necesario para dominar el menú semanal. Ahora sólo falta cocinar los platos, claro.