14 de febrero, una de esas celebraciones que tiene casi tantos defensores como detractores, y a la que por aquí aplicamos el protocolo habitual: si es una excusa para comer, cocinar o beber, podemos hacer la vista gorda con tanto corazoncito y horterada. En todo caso, quienes estén decididos a celebrarlo o incluso a regalar algo, se encuentran ante un difícil reto: ser originales y no caer en alguna cursilada empalagosa.
Así que a la lista de ideas que hemos perpetrado en años anteriores, ahora sumamos una nueva propuesta que, además, tiene detrás un proyecto solidario. Y es que desde las Bodegas Emilio Moro proponen un regalo único: apadrinar una cepa de su viñedo.
La idea es muy sencilla: por 45 euros, el afortunado o afortunada que ocupe nuestro corazoncito recibirá un certificado de apadrinamiento de esa viña, que incluye la tutela de una cepa de esta bodega de Ribera del Duero, a la que se coloca un distintivo con el nombre de la persona, su firma y la fecha de apadrinamiento. Habrá quienes prefieran los anillos o los bombones rellenos de licor, pero lo de tu nombre en una viña suena muy bien.
Además, también está incluida una visita guiada a las instalaciones de la bodega, un almuerzo tradicional en su restaurante, y una botella de vino. Evidentemente el vino no podrá ser de las uvas de nuestra propia cepa -la naturaleza necesita algo más de tiempo- pero en todo caso será una forma simbólica de brindar por nuestro pequeño latifundio enológico.
De todos modos, para aquellos más responsables que quieran seguir el día a día de su viña, durante todo el año recibirán puntualmente información sobre el estado y las labores realizadas a su cepa, para poder seguir su evolución hasta la vendimia.
Además de una idea original, el regalo también tiene su vertiente solidaria. Y es que todos los fondos obtenidos se destinarán a la financiación de los distintos proyectos humanitarios que lleva a cabo a lo largo del año la Fundación Emilio Moro, como la colaboración con los Bancos de Alimentos o las campañas de potabilización de agua o formación de jóvenes sin recursos en países como Nicaragua o Perú.
Un regalo perfecto para conseguir lo que parecía casi imposible: que San Valentín sea algo más que otra fecha ñoña para vender colonias.
Vaya, hay que ser idiota para apadrinar una cepa. Básicamente estás colaborando para pagar los gastos del mantenimiento, como agua, arreglos, productos para que no se lo coma los bichos… Luego Ribera del Duero usará esas uvas para fabricar su producto y vender el vino. Gracias al idiota que apadrina la cepa, se embolsará mucho más dinero. Mientras que dicho idiota, solo recibirá cuatro email diciéndole que no se preocupe, que ya la han regado.
Lo más gracioso es que habrá gente que regale esto. Pues yo le aconsejaría a mi chica que en vez de regalarme eso, me regale un par de botellas de Viña Herminia, que está buenísimo y le saldrá mucho más barato que esta payasada.
apadrina una viña…apadrina un olivo…al menos pone que los fondos son para una fundación pero vamos..otra payasada para que los ecohipsters y pijos desentendidos del mundo rural tiren el dinero, me parece bien.
Os propongo algo mejor…hay montones de viñas abandonadas de familias cuyos hijos son todos urbanitas a muerte (que ahora «lo bueno», lo que da categoría es trabajar 14 horas al dia en una gran ciudad) ¿por que no alquilais una? Con visitarla unos 5 dias al año basta para hacer sus labores y tendreis vino para todo el año. Es mas..puede que llegueis a algun acuerdo con el arrendatario para pagarle en arrobas de la producción que saqueis. Si es una persona mayor seguramente prefiera eso a ver su viña abandonada…