El molinillo de café ha pasado de ser un aparato relativamente habitual en los hogares a convertirse en poco menos que un artilugio de lujo reservado a los muy amantes del café.
Es verdad que los sigue habiendo por pocos euros. Pero, curiosamente, ese Braun que forma parte de la infancia de muchos ahora se cotiza casi como pieza de colección y diseño. Los más actuales -manuales o eléctricos- y pensados para el mercado de café de especialidad, tampoco son especialmente baratos.
Pero es evidente que hay un público para ello. Y la prueba es que este molinillo de café que cuesta 250 euros en su oferta de lanzamiento ha conseguido recaudar casi dos millones de dólares en una de esas campañas de micromecenazgo que tanto se estilan.
¿Y qué tiene de especial este molinillo Arco? En realidad, son dos: uno eléctrico y otro manual, aunque también se puede adquirir solo el segundo por separado (125 euros, también como oferta de lanzamiento).
Además de un diseño muy resultón para dejarlo a la vista en la cocina, el molinillo en cuestión de presenta en realidad como una ganga. Sí, esos 250 euros son muy poco en comparación con lo que un molinillo profesional puede costar.
Ofrece hasta 120 configuraciones de molido diferentes -sí, por lo visto hay muchas posibilidades en algo aparentemente sencillo como moler granos de café- y está pensado para moler hasta 50 gramos de café.
O solo la dosis justa para prepararse un expreso porque ,como todo el mundo sabe -en realidad, sólo los muy cafeteros-, no moler el café justo antes de prepararlo es un pecado casi tan grave como echarle azúcar. No es broma, en la carta de presentación de este artilugio recuerdan que 15 minutos después de moler el café, ya no es lo mismo que recién molido.
Diseñado en Lituania, quienes hayan participado en la campaña de recogida de fondos, en principio, recibirán sus primeros molinillos el próximo mes de junio.
Quienes estén sorprendidos con lo de los dos millones de dólares, seguro que les encanta saber que la misma compañía que ha lanzado el proyecto hace un tiempo consiguió recaudar medio millón con una taza para café con forma de cuerno.