Se están refinando aceites de oliva virgen para obtener aceite lampante de menor calidad pero de mayor demanda comercial ante la escasez de aceite de girasol. Suena a locura porque es covertir un producto de calidad como el AOVE en algo sin interés como un aceite de oliva refinado, pero varias fuentes del sector nos han confirmado que es algo que está sobre la mesa y algunas marcas ya están haciendo.
Por si alguien sigue despistado con el tema de los aceites, tanto el virgen como el virgen extra son aceites de calidad obtenidos del prensado de aceituna. El aceite de oliva, por su parte, es un aceite refinado, blanco (se le añade un 5% de virgen para dar color y algo de sabor) y sin ninguna de las propiedades organolépticas y saludables del AOVE.
Así que refinar el aceite virgen para conseguir aceite de oliva es algo a priori absurdo e impensable hasta ahora. Pero la escasez de aceite de girasol y la subida de precios ha puesto patas arriba la lógica de este mercado que ahora mismo no puede hacer frente a la demanda industrial -empezando por la conservera- y a la aparente histeria desatada también en los hogares por almacenar unos cuantos litros de aceite.
🧵Hilo con datos sobre precios e inflación
Empecemos por el aceite de girasol 🌻
Se ha más que duplicado durante este año, de 1,17€/L a 2,5€/L , la guerra en Ucrania lo ha terminado de disparar.Datos escrapeados de Mercadona + analizados con https://t.co/G8iT2QsPxG 👇 pic.twitter.com/CWI2fdX3SD
— Victoriano Izquierdo (@victorianoi) March 19, 2022
No habría que perder de vista que el aceite ya llevaba meses subiendo antes de la guerra en Ucrania, como recuerdan los datos analizados con Graphext. La sequía, unida al aumento en los precios de transporte, parecen explicar esa tendencia que, es verdad, se ha disparado en las últimas semanas. Con el girasol por las nubes y escaseando, el aceite de oliva refinado ha subido tanto el precio que se acerca mucho o incluso puede llegar a superar al de oliva virgen.
¡Razón de más para apostar por el virgen o el virgen extra! Cierto. De nuevo la lógica apuntaría en esa dirección, pero la cesta de la compra, la inercia, las costumbres o los años de desinformación respecto al aceite juegan en contra. Así lo explican muchos productores de aceite, cansados de escuchar que es mejor un aceite neutro y sin sabor a otro con personalidad como el AOVE. En vez de un zumo de aceituna, mejor una grasa neutra.
Es verdad que la diferencia de precio es una razón de peso y que para freír cunde más el refinado. Pero incluso cuando el precio ya no es un motivo, la demanda sigue inclinándose hacia el aceite refinado, tradicionalmente el más vendido en España. Sí, en el país del AOVE, como decíamos el otro día. De ahí que lo que hace nada parecería un chiste sea realidad: convertir aceite de calidad en un refinado porque es lo que la gente quiere comprar. Vaya, algo así como echarle agua a un buen vino y ponerlo en tetrabricks para, ojo, venderlo además casi por el mismo precio.
No es el momento, pero tal vez cuando pase esta crisis aceitera no sería mala idea replantearse lo de los nombres. Y llamar aceite de oliva a lo que realmente lo es (virgen y virgen extra) y buscar otro nombre para el refinado.
Muy buena la información que aporta Victoriano Izquierdo en sus hilos de Twitter! es increíble la subida que han experimentado este tipo de productos, esperemos que el mercado comience a estabilizarse dentro de poco…