La cocina está de moda, o al menos eso es lo que llevamos ya un tiempo repitiendo. No está claro si que los canales de televisión estén llenos de programas gastronómicos es causa o consecuencia de eso, pero lo que es cada vez más evidente es que, a la televisión, la cocina le importa lo mismo que la ley de costas a un concejal de urbanismo del Mediterráneo.
Así que dejemos de engañarnos. La pantalla quiere espectáculo, no cocina. Porque por mucho que a nosotros nos parezca una maravilla el proceso creativo alrededor del huevo, los programadores prefieren ver lágrimas, platos rotos, drama, historias humanas y toda esa mierda.
Por si a estas alturas alguien necesita pruebas para convencerse, no tiene más que repasar las noticias de los últimos días. Hay donde elegir, empezando, por ejemplo, por ese falso viaje de Chicote a Tailandia dentro de unos de los episodios de El precio de los alimentos.
La verdad es que el asunto no sorprende demasiado porque bastaba con ver un par de minutos de esos reportajes para darse cuenta de que aquello era otro Callejeros y que, por tanto, el periodismo y la investigación no estaban invitados a esa fiesta de planos de dos segundos, ritmo supuestamente trepidante y ese tono apocalíptico que aburre al minuto.
Los guionistas hicieron fingir a Chicote que viajaba a Tailandia para hablar sobre la producción de arroz, pero se ve que el presupuesto no daba para pagar un par de billetes de avión y se optó por imágenes de archivo y material encargado a un reportero que vive allí y que ha sido quien ha desvelado la trampa. El cocinero ya lo ha reconocido y pedido disculpas a quien se haya sentido engañado. Según Atresmedia (propietaria de La Sexta) es sólo un recurso narrativo.
Lo triste del asunto no es ya la chapuza o la racanería de estas producciones hechas al grito de «que sea barato» por directivos y programadores con más sueldo que neuronas, lo peor es que juegan a tomar el pelo a la audiencia mientras hablan de un tema tan serio como la alimentación mundial y sus problemas. Se supone que esto era un reportaje, no Gran Hermano. O tal vez sí, pero no lo hemos entendido todavía.
Precisamente la cadena de Gran Hermano también ha tenido su momento de gloria esta semana al confirmar lo que muchos se temían desde hace tiempo: el fin de Robin Food, el programa de cocina que cada mediodía presenta David de Jorge.
Nos encanta Robin Food y su estilo desde que lo descubrimos hace ya mucho en ETB, la televisión autonómica vasca. Nos asustó ver el salto a Telecinco aunque, teniendo en cuenta cómo están los presupuestos televisivos, era más que comprensible. Incluso supimos mirar para otro lado al ver a Belén Esteban cocinando por allí. La audiencia y todo eso, ya se sabe. Pero daba igual, porque detrás de aquellas concesiones al monstruo de Telecinco había entusiasmo, cocina de verdad y, aunque ahora fuera Prusia en vez de Rusia, la esencia estaba ahí.
Pero lo malo de los monstruos es que son insaciables. Telecinco quiere audiencia y la cocina sin más parece ser menos rentable que Mujeres y hombres y viceversa, y este tipo de casquería a la que las Mercedes Milá de turno llamaban en su día «experimentos sociológicos».
Habrá nuevos proyectos con el cocinero, promete Telecinco, aunque a nosotros nos suena casi a amenaza. Más, teniendo en cuenta que estamos hablando de un canal que prepara un esperpento llamado Chef busca esposa como nueva apuesta gastronómica. Esto es lo que ellos entienden por cocina.
Así que, mientras seguimos riéndonos entre zapping y zapping de los raritos que se prestan a salir en televisión, esta noche nos espera nueva ración de MasterChef, otro supuesto programa de cocina en el que los fogones son poco más que la excusa y la decoración para un reality.
MasterChef no es un programa de cocina porque, en los programas de cocina, se supone que se aprende algo, se habla de cocina o al menos genera en la audiencia ganas de coger la sartén. Pero en este caso lo que importa es que nos apuntemos al curso on-line de cocina con esos jueces a los que rara vez se ve cocinar en sus restaurantes, que mandemos a los retoños al campamento de verano, que compremos los aceites de oliva virgen extra de marca MasterChef en el supermercado patrocinador y, en general, que nos creamos que lo que importa es aprender a preparar un plato cuando aquí lo que vende es reírse del tío raro del «León come gamba».
Y encima, por su culpa, mañana volveremos a tener ojeras por quedarnos despiertos hasta altas horas de la madrugada para ver uno de los pocos programas que sí son de cocina: el de los hermanos Torres.
Totalmente de acuerdo. Buenísimo post!!! Me encanta Robin Food, he hecho muchísimas de sus recetas y me parecía un cocinero de nivel enseñando a cocinar de forma amena y fácil. Un gran disgusto que no vaya a seguir este programón.
http://areaestudiantis.com
Es raro que la tele enseñe algo de provecho en los canales de siempre, aunque de vez en cuando sucede, pero poco.
Super programa Robin, sobre todo la combinacion garrote y Robin no me perdia ni un solo programa. aunque lo cierto es que no lo recomendaba a nadie porque sus recetas me parecen que hay que guardarselas para uno, para sorprender. Estaremos atentos para seguir cocinando grandes platos y cencilllos
La televisión retransmite lo que quiere ver el espectador, es decir, espectáculo y entretenimiento. Si uno quiere aprender cocina se ve el programa de Arguiñano o busca en internet las recetas que desee. No creo que a nadie le interese ponerse a ver a las 22:00 a un cocinero elaborando un plato sin mas…
El que quiera programas de cocina que ponga canal huevo.
Y ahora te enteras de eso? Despues de programas como supervivientes que lo único que hacen es estar ahi tirados y despotricando como si fuera la sesión salvame desde la selva? Ahora o metes mierda o no te ve nadie la gente solo parece querer ver las desgracias que le pasan a los demás o los cotilleos. Hoy por hoy o eres una película o eres futbol o ya puedes ser una edicion del salvame aunque tengas otro nombre o no te comes un torrao.
Muy mala noticia. Robin Food era el único programa que veía en este canal de televisión, por llamarlo de alguna manera y siendo muy generoso. En fin creo que era un programa muy bueno para este tipo de televisiones.
David no te conocía y espero verte pronto, pero en una televisión, en una televisión de calidad y no en esta.
No puedo estar más de acuerdo. La televisión se ha convertido en un basurero. No entiendo los programas en los que se pone en ridículo a los concursantes, en los que priman los gritos por encima de la conversación, en los que importan más los chismorreos y el cotilleo… La gastronomía es la excusa para seguir haciendo grandes hermanos encubiertos. ¡Qué lástima!
Estoy de acuerdo en que en muchos programas se busca el morbo por el morbo como puede ser en Pesadilla en la Cocina, pero a mí MasterChef de verdad me mete el gusanillo para cocinar. Desde que empecé a verlo cocino mucho más y me atrevo a cocinar cosas más variadas. Si veo algo que a priori me gusta, entra en internet y busco la receta, normalmente se encuentra la seguida en el programa y sino siempre será una muy parecida.
Es una lástima lo de Robin Food porque realmente era muy ameno.
Verdaderamente para ver a Tania Llasera (que me parece muy simpática) haciendo un bizcocho de limón que mi hijo hace desde que tiene 5 años…..prefiero que David y Martín se vayan de ahí…..yo quiero cocina con la que yo pueda aprender….me da igual Arguiñano que los Torres…..pero David en ETB tenía el listón super alto y sus fogones iban despacio…..ahora siento tristeza por lo mal que ha salido el programa, no dejando que sea él mismo y con una cocina que no ha enganchando como nos enganchó a los vascos en su momento.
VIVA ROBINFOOD….No obstante les seguiré viendo donde vayan porque con ellos, siempre se aprenden cosas.
¡Hasta el infinito y más allá!…TE QUEREMOS.
Absolutamente de acuerdo en todo. Espero que le podamos seguir viendo en un entorno más apropiado, jeje.
No sabía que su audiencia fuese «mala» pues yo no me lo pierdo e incluso veo algo de » mujeres y hombres…»(a pesar que me sale sarpullido) para no perdermelo desde el principio.
Me pasa igual con los Torres y todos esos productazos…me encantan además los encuentro muy divertidos al igual que Robin Food y sus colegas : Tania, Martin, Iban, etc…
Larga vida a Robin Food y Viva Prusia…bueno, Rusia!!!!!
Buenisimo post, me ha encandado.
Estoy deacuerdo en que quien quiera mirar un canal de recetas se vaya al canal huevo (por ejemplo).
Estoy deacuerdo en que nos intentan vender todo tipo de articulos en Masterchef (programa que me encanta). Pero sino de que vivirian 😉
Lo que por mi podrian borrar ya mismo de la television son los programas como Gran hermano, Mujeres y Hombres, Supervivientes, SALVAME!… Porfavor!!! A quien le interesa la vida de los demas!!!??? Que nos entretengan, pero no con CHORRADAS!