El chef con Estrella Michelin que ofrece envío a domicilio con Deliveroo (y por qué nos parece una pésima idea)

Es una de las quejas recurrentes en el mundo de la hostelería: la gente cada vez sale menos a cenar. ¿Será culpa de Netflix y compañía, como aseguran algunos empresarios del sector? ¿Será que nos hemos vuelto un poco vagos o que sencillamente no hay presupuesto para salir?

¿Y qué papel juegan los servicios de envío a domicilio? Para algunos son parte del problema -para qué salir si me lo pueden traer- pero, para otros, una nueva vía de negocio o una manera de amortiguar la caída de clientes.

El caso es que en los últimos años la oferta gastronómica a domicilio ha crecido exponencialmente, hasta el punto que se puede pedir casi de todo para comer en casa. Y cuando decimos casi de todo eso incluye, desde hace poco, los platos de un cocinero con Estrella Michelin.

Al menos quienes vivan en Oviedo, porque el restaurante Gloria de Esther y Nacho Manzano -que lucen dos Estrellas en Casa Marcial y otra más en La Salgar– se ha sumado a la oferta de Deliveroo en esta ciudad asturiana. 

El local representa la versión más popular y asequible de este reconocido chef, con una cocina que apuesta por las tapas y las raciones para compartir. Y aunque Gloria -que también está presenta en Gijón- no tenga Estrella, el titular está servido en bandeja.

«Es una tendencia creciente en toda Europa que queremos probar y ver cómo se comporta con nuestro tipo de gastronomía», explicaba Manzano cuando se anunció esta especie de alianza con Deliveroo. Un acuerdo que llega en un momento especialmente delicado para esta empresa -y para Glovo– ante las recientes sentencias por las condiciones laborales de sus repartidores. 

Cada cocinero es muy libre de asociarse con quien quiera y hacer los malabarismos que hagan falta para cuadrar sus cuentas. Siempre se ha dicho que los restaurantes con Estrella rara vez son rentables y que por eso hacen falta otros negocios que compensen. Nada que objetar.

Tampoco se trata de vender esa idea tan de moda últimamente de que los cocineros están aquí para salvar el mundo, ya sea en su vertiente medioambiental o nutricional. Incluso pase eso de ir de la mano de McDonald’s. Pero sin discursito sobre cocina popular y tradicional, por favor.

Pero recurrir a una empresa que está incumpliendo la legislación laboral -no lo decimos nosotros, lo dicen los tribunales- y cuyo modelo de negocio se basa en tirar de falsos autónomos no parece de recibo.

La pregunta es tan sencilla como obvia: ¿qué necesidad tiene un gran cocinero como Nacho Manzano de mezclar su nombre con una compañía como Deliveroo en un momento como este? ¿De verdad los platos que pueda vender a domicilio compensan? Cuesta creerlo. Y cuesta más entenderlo.