Últimamente Asturias se está convirtiendo en nuestra fuente favorita de anécdotas gastronómicas. Tal vez todo sea cosa del polémico cachopo de Ferran Adrià o las tensiones que despierta el precio de la botella de sidra, pero el caso es que otro producto de la tierra ha vuelto a saltar a los titulares. Esta vez en medio mundo y en clave porno.
Intentar buscar la relación entre unas jornadas dedicadas al cabrito asturiano -con sus patatines, claro- y el sexo parece realmente complejo, por muy buena pinta que tenga la receta en cuestión. A no ser, claro, que metamos en la ecuación a Google y los absurdos misterios de sus famosos algoritmos de búsqueda.
El caso es que los organizadores de las XXX Jornadas Gastronómicas del Cabritu en Laviana comenzaron a notar un repentino y extraño interés en la red por su propuesta. Miles de visitas -la mayoría de países sudamericanos- hacían presagiar un rotundo éxito de esta 30 edición y la entrada del cabritu en el Olimpo de la gastronomía mundial.
¿Le dedicarían una receta de esas bonitas y llenas de azúcar los de Tasty? ¿Se convertiría el plato en el próximo hit internetero, desbancando al corresponsal de la BBC en Corea y su ya famosa familia? ¿Sería la nueva superfood de moda entre los cazadores de tendencias?
En realidad, este curioso fenómeno tiene una explicación bastante menos glamurosa: las tres X de la edición de las jornadas parecen haber confundido al no tan listo buscador de Google, que no ha dudado en considerar que allí se estaba hablando de pornografía y no de gastronomía.
Además, en algunos países del otro lado del Atlántico, «cabrito» es un término usado para referirse a personas jóvenes y homosexuales. Así que no hace falta explicar mucho más para entender el lío y la combinación de los dos términos.
Más allá de los correspondientes chistes, siempre hay algo bueno: ahora mucha más gente conoce el cabritu asturiano, y la web del periódico La Nueva España ha registrado un récord histórico de visitas. Y teniendo en cuenta como está el periodismo, eso siempre se agradece.
Y es que, por mucho que la cocina y la gastronomía estén de moda, está claro que en Internet el porno manda.
Hasta los más grandes pueden cometer errores. Por un error de google han calificado a este fantástico restaurante como uno estrella del porno. Yo vi esta noticia por la televisión y la verdad que fue de escándalo, esperemos que hayan tomado acciones legales contra el gran buscador.
Ese google es todo un loquillo, puede que en un futuro cuando perfeccionen su algoritmo no vuelva a pasar esto
Jajaja muy buena noticia, hoy me la han comentado en el trabajo, y no la conocía. y aqui esta! despues de casi 2 años la leo! muchas gracias por estos artículos!