El arte de la imperfección en la cocina

ImperfCocina

BooCook. Por E. de Salamanca

Estando de vacaciones en casa de unos amigos aparecieron dos cosas: un libro y un artículo.

El libro es “El arte de la imperfección en la cocina”, publicado por Gallonero. Se trata de una editorial indie de moda, dirigida a un publico moderno -si repasan el catálogo me darán la razón-  y que sigue al pie de la letra la receta típica en estos casos: tapa dura, ilustraciones bonitas, autores conocidos y desconocidos: todos enfants terribles del arte y la literatura.

Pero volviendo a «El arte de la imperfección en la cocina», el libro tiene todos los condimentos para ser un buen regalo para un desconocido o para un amigo cocinillas. Aunque, eso sí, no estamos ante un libro de recetas o una obra de referencia para quienes pretendan aprender a moverse entre cazuelas. Se trata básicamente de un recetario de artistas, desde Marcel Duchamp a Paul Bowles, pasando por George Simenon.

Perfecto para modernos que busquen libros de esos que lucen mucho en la mesa del salón o en la estantería de la cocina -junto a la sal rosa del Himalaya que acabas usando para las lentejas-. También puede ser muy útil si, como yo, te lo encuentras, lo lees, lo recomiendas y acaba ayudando a resolver una crisis sobre la cocina, la comida y lo que comemos. Nada menos.

Además, ¿no había por ahí una cita que decía que el buen comer y la gastronomía es cosa de empresarios, devotos, médicos, escritores y artistas? Pues este libro es para ti, artista. Aunque artistas somos tontos… digo todos, perdón.

Los textos recopilados en este libro permiten descubrir que la cocina, la comida y, en definitiva, alimentarse es algo personal e íntimo. Parte de nuestra historia. Uno es lo que come y cómo come. Recuerden la dieta, y los ayunos, y los ejercicios norcoreanos de Nietzsche. Y sus menús gloriosos en Turín a base de macarrones con  brócoli al  estilo piamontés. La comida como literatura y narración, una buena filosofía.

Un libro y un artículo, decíamos. El articulo en cuestión que cayó en mis manos este pasado verano fue uno escrito por Luna de Miguel -poetisa de la modernidad madrileña- dedicado al veganismo y la comida en los festivales de música. Se quejaba ella de que resulta muy complicado mantener una dieta vegana en estos conciertos. Algo que, por cierto, no sorprende: siempre han sido un buen lugar para las drogas, pero no para la música ni para la gastronomía.

Pero lo irritante del artículo es el ataque feroz que hace a los modernos. ¡Ella! Incomprensible teniendo en cuenta que ese es precisamente el público que permite a esta autora no ya ser vegana, sino que pueda comer con lo que escribe.

Si de verdad es tan moderna debería haber escrito sobre lo que se escribe en «El arte de la imperfección en la comida» y dejarse de blasfemias hacia el público de los Primavera Sound de turno. Ya se sabe que no hay nada más moderno -vamos a desgastar la palabra- que renegar de la modernidad. Pero como dijo el reformado y honesto Ronaldo sobre Mourinho, no hay que morder la mano que te da de comer. Sabio Ronaldo y glorioso final después de tanto arte y modernidad.

BooCook es una sección destinada a elevar aun más el nivel cultural de La Gulateca con pequeñas dosis de literatura gastronómica (o gastronomía literaria) a cargo del ilustre E. de Salamanca, colaborador de la casa y corresponsal en Madrid.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí