Que los móviles se han convertido en un comensal más de la mesa es algo que hace tiempo sabemos. También que lo de comer o cenar con la televisión encendida es algo habitual en muchas casas. O que, si toca comer solos, las noticias o alguna serie en la pantalla de turno suele ser una compañía habitual.
Nada nuevo, pero que cuando se pone en números la verdad es que sorprende. Y es que según un reciente estudio realizado por la firma de aceite Hojiblanca, 9 de cada 10 españoles confiesa hacer al menos una de las comidas del día delante de una pantalla.
¿Culpa del trabajo o del teletrabajo que nos obliga a nos despegarnos del ordenador ni a la hora de comer? Parte de eso hay aunque, siempre según estos datos, la mayoría lo hace por informarse o por ocio, siendo el trabajo la tercera de las razones que justifican comer sin despegar la vista del monitor.
Otro dato que se desprende del estudio y que quizás resulte curioso: la televisión sigue ganando por goleada a móviles, iPads y ordenadores a la hora de comer. De hecho, el momento álgido de este maridaje de pantallas y comidas se produce en la cena y con la televisión delante.
Más allá de esa tendencia habitual a demonizar las pantallas -¿acaso lo de desayunar leyendo el periódico nos parecía mal?- es cierto que los expertos señalan un problema interesante en cuanto a esto de comer mirando el móvil o lo que sea: la falta de atención en el acto de comer afecta tanto a la percepción y disfrute de los sabores como a la sensación de saciedad.
Vaya, que inconscientemente comemos más cuando estamos viendo algo en una pantalla. Y la atención que le ponemos al contenido nos impide poner los 5 sentidos en la comida y practicar eso del mindfulness que tanto gusta para vender cursos.
Y Hojiblanca, además de encargar el estudio en cuestión, propone una alternativa para mejorar la experiencia gastronómica a la hora de comer: crear diferentes ambientes sonoros gracias a los podcast gratuitos (Comer con los cinco sentidos) que han publicado. Cinco diferentes para el desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena.
Creados en colaboración con Jesús Porta-Etessam, jefe de sección de Neurología del Hospital Clínico San Carlos, las pruebas aseguran ser todo un éxito: casi el 70% de los que han realizado alguna de las comidas del día con estos sonidos de fondo asegura haber disfrutado mucho más.