Desayunar un donut con chocolate no es buena idea aunque lo diga un experto de la Universidad de Ohio

Foto: Gtres

A los periodistas nos encantan los estudios. Cuanto más raros y más absurdas sean las conclusiones, mejor. No es ningún secreto, y normalmente las agencias de comunicación se aprovechan de ese apego a los titulares llamativos para intentar colarnos -a veces con éxito- todo tipo de tonterías de sus clientes.

Otras veces es el exotismo del origen del estudio, del tema o de lo que defiende lo que lo convierte en una noticia irresistible aunque, en el fondo, todo el mundo -quienes lo escribimos y quienes lo leen- sabe que no puede ser verdad. ¿Un donut de chocolate para desayunar es una buena idea? Evidentemente no. Da igual los matices, las explicaciones, los estudios o supuestos análisis clínicos y las conclusiones del experto de turno. La bollería industrial nunca -repetimos, nunca- es buena ni sana.

¿Pero qué pasa si un investigador de la Universidad de Ohio dice haber demostrado que este chute de azúcar y alimento ultraprocesado a primera hora de la mañana es estupendo para nuestro cerebro y nuestra memoria? Pues que se cuela en muchas noticias. Quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra o de el primer mordisco al donut.

Hace unos días semejante estudio y llamativas conclusiones aparecían publicadas en este y muchos medios. Con todos los matices necesarios para que nadie acabara pensando que zamparse un donut era un desayuno medianamente sano o una merienda recomendable, eso sí.

El azúcar aporta esa glucosa que nuestro cerebro necesita para ponerse en marcha y funcionar a todo rendimiento por la mañana, concluía más o menos el bueno de Gary L. Wenk, profesor de Psicología y Neurociencia y Virología Molecular, Inmunología y Genética Médica en la Universidad Estatal de Ohio. Nada menos.

¿Y quiénes somos nosotros para llevarle la contraria a semejante experto? En realidad nadie. Pero no se trata de rebatir las conclusiones de su estudio, sino de cuestionar la utilidad de este tipo de mensajes relacionados con la nutrición y la salud que se parecen demasiado a lo que nos gustaría que fuera cierto, aunque sabemos que no lo es.

Porque a fin de cuentas, ese es el trasfondo de este tipo de mensajes, a veces simples anécdotas, otras utilizados por la la industria alimentaria para colar sus productos.

El alcohol -ni una copita- no es bueno. La bollería industrial y los ultraprocesados no son buenos. La tarta de chocolate para desayunar tampoco es buena ni un método para perder peso como decía otro de esos estudios surrealistas…

¿Significa eso que no podemos comerlo? Evidentemente no. Significa que si los comemos o bebemos al menos tenemos que ser conscientes de que no es algo sano. Que ya somos mayorcitos como para poder desayunar un donut por la mañana si un día tenemos el antojo, sin que un señor de Ohio nos de su bendición argumentando que es bueno para el cerebro.

6 COMENTARIOS

  1. Parece algo evidente que desayunar bollería industrial y alimentos similares no es buena idea ni sano. Sin embargo, veo habitualmente a niños que llevan este tipo de alimentos al colegio para la hora del patio. Por tanto, me parece buena idea este artículo, ya que al parecer hay gente que poco enterada. Espero que pronto se implante en el sistema educativo la asignatura de alimentación.

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