Los cubiertos de plástico de usar y tirar son una de esas lacras ambientales que, esperemos, tienen los días contados. La reducción de los residuos plásticos que generamos parece, por fin, haber entrado en la agenda política, y los platos y cubiertos de un solo uso están en la lista negra.
¿Y cuál es la alternativa a la hora de comer fuera de casa? ¿Qué sofisticado invento será capaz de sustituir esa cuchara y ese tenedor de plástico que acababa cada día en la basura? Aparentemente la respuesta puede ser tan sencilla como unos cubiertos normales y corrientes que usas, limpias y dejas en tu puesto de trabajo o que llevas siempre encima.
Pero, como ocurre muchas veces, la respuesta más lógica y sencilla no es la que más gusta a esos intrépidos entrepreneurs siempre en busca del último invento que financiar. Y es así como dos muchachos han creado -atención- la primera carcasa para móvil con cubiertos incorporados.
Bautizado como sphoon phork, el proyecto pretende recaudar casi 10.000 dólares antes del próximo 15 de febrero para poner en marcha la producción. De momento llevan menos de 250 euros, lo que hace pensar que la idea ha tenido una acogida un tanto tibia.
Y la verdad es que resulta complicado imaginar por qué cuando todo el mundo estaba esperando algo así: poder comer en el trabajo o donde sea sin despegarse un segundo del móvil. Es verdad que, al estar colocados en la base y convertir el smartphone de turno en el asa de la cuchara o el tenedor, dificulta un poco seguir mirando la pantalla o escribiendo mientas se come.
Además del discurso medioambiental, eso se supone que era otro de los pilares de estos cubiertos: seguir navegando mientas comes. Seguro que los que aprovechan el momento para ver su serie o vídeo preferidos están encantados con la idea de tener que ir acercándose y alejando la pantalla mientras van pinchando con el teléfono la ensalada de pasta de turno.
Posiblemente tampoco ayuda mucho que el precio de este ingenioso invento no sea especialmente económico teniendo en cuenta que hablamos de una cuchara y tenedor de plástico: 39 dólares.
Por supuesto, no es descartable que la idea acabe prosperando y en breve haya gente en el comedor del trabajo o en el parque comiendo con su móvil. Vale, si evita que un par de cubiertos de plástico acaben en la basura, intentaremos no reírnos demasiado. Aunque no será fácil.
Ya se encargarán los «influencers» en ponerlo de moda. Por mí, que no esperen. Yo tengo un par de fiambreras que utilizo cuando voy a la playa, llevo mis cubiertos de siempre y cuando termino van de nuevo para casa y ahí los lavo. A veces tantas «modernidades» no es más que puro postureo y ganas de gastar dinero por gusto.