
¿Qué pasa si combinas las croquetas y la tortilla de patata? Pues que tienes una croquertilla, el invento que pretende revolucionar el mundo de las tapas, y que en los últimos días ha generado una pequeña revolución. Hay quienes se declaran fans incondicionales de este híbrido, otros que miran con desconfianza el invento -«estamos jugando a ser dioses», bromean- y quienes se enfadan porque dicen que esto ya estaba inventado, aunque no con ese nombre.
El caso es que teníamos curiosidad por ver cómo sabían y, sobre todo, por comprobar si eran tan fáciles de hacer en casa como su inventor promete. Así que este fin de semana nos hemos metido en la cocina dispuestos a preparar nuestras primeras croquertillas.
¿El resultado? Un auténtico éxito. Están riquísimas, son un aperitivo para triunfar seguro y nos salieron a la primera. ¿Quién se anima?
Ingredientes (para 10-12 unidades)
- 5 patatas medianas
- 1 cebolla
- 7 huevos
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
Para rebozar
- 2 huevos batidos
- Harina
- Pan rallado
Preparación
Si sabes hacer una tortilla de patatas, ya tienes controlado el 90% de la receta de estas croquertillas. Es una tortilla, eso sí, con algunas características especiales o que igual no son exactamente iguales a cómo la haces habitualmente. Lo primero es cortar las patatas -y la cebolla, aunque es opcional, claro- en dados pequeños.
Freímos la patata en abundante aceite y a fuego suave hasta que estén hechas. Que no se nos olvide echarle un poco de sal. Eso serán unos 15 minutos, aunque lo suyo es ver que las patatas no estén duras y la cebolla también esté hecha. Mientras tanto, batimos bien los huevos con otro poco de sal, y cuando las patatas estén fritas, mezclamos y revolvemos un poco.
En vez de echarlo directamente a la sartén, vamos a dejar descansar unos minutos esta mezcla para que tenga un poco más de consistencia. Con 5 minutos será suficiente.
En una sartén con unas gotas de aceite echamos la mezcla. La buena noticia es que aquí no necesitamos ser unos expertos en hacer tortillas y darle la vuelta sin liarla, porque lo que necesitamos es un revuelto. Así que vamos removiendo mientras se empieza a cuajar el huevo, y retiramos rápido del fuego.
No queremos que se haga demasiado porque este será el relleno de nuestras croquetas, así que se trata de que quede bastante jugoso, porque luego volverá al fuego.
Dejamos que se enfríe -básicamente para no quemarnos las manos- y hacemos bolas del tamaño de una croqueta tradicional. Si la mezcla está en su punto, no tiene que chorrear el huevo, ni deshacerse, ni nada. Puede sonar complicado, pero creednos, funciona.
Listos para rebozar las croquetas. Batimos huevos y preparamos platos con harina y pan rallado, y vamos pasando las bolas primero por la harina -compactando un poco todo para que no se deshaga-, luego el huevo, y terminamos con el pan rallado.
En una sartén, cazo o freidora preparamos aceite bien caliente y abundante. Hay que freírlas de tal modo que se dore el exterior pero no se reseque más el interior, así que en cuanto veamos que cogen color, fuera.
Ya tenemos listas nuestras croquetillas. Y, creednos, están buenísimas.
Buena receta, tiene buena pinta
La gente tiene muy malas ideas. No es justo q hablen así de las personas q trabajas en hostelería sea verdad o mentira.
Parece muy sabroso, creo que debería intentar cocinar soom