Por Iker Morán
Gracias a tu más que conocida afición al vino has conseguido reunir una buena colección de corchos. ¡Enhorabuena! Pero, ¿qué vas a hacer con ellos? Colocarlos en un bote de cristal a la vista para dártelas de enólogo está muy bien, pero es poco original.
Al menos si lo comparamos con la propuesta de Corkers, un inventazo que seguro que ya has visto en algunas de esas tiendas repletas de cosas absurdas e inútiles que necesitas ya. Diseñado por Reddish Studio para Monkey Businnes, la idea no puede ser más sencilla y genial: unas patas y cara para convertir los corchos en simpáticos animalicos.
Por casa ya tenemos un oso que ha sido bautizado como Lan en honor al estupendo reserva de 2001 del que salió. Cuatro patas, ojos y nariz a base de alfileres y listo, ya tenemos mascota.
Hay media docena de versiones, incluida una de mono perfecta para aprovechar los tapones de cava y champán. Cuestan unos 6 euros cada una, aunque también hay quien se ha animado a hacer su propio diseño en versión casera.