¿Qué sería de nuestro fin de año sin unas burbujas en condiciones y sin Cachitos en la tele? Toca organizar la primera parte y confiar que la segunda esté a la altura de lo que descorchemos o de lo que vaya saliendo en la mesa para animar la sobremesa tras las uvas, las campanadas y demás.
Sin pasarse con el presupuesto, pero con algún que otro capricho, hemos seleccionado media docena de cavas y champanes que pueden ser perfectos para despedir este año y recibir el 2023 que nos viene.
Así que tirad esas horribles copas de flauta, sacad las mejores copas de vino blanco que tengáis por casa -también se aceptan las pompadour- y a brindar.
Juve & Camps Milesimé Blanc de Noirs 2018
La nueva colección Milesimé de Juve & Camps se presenta con tres cavas parcelarios y monovarietales, y con los que se abandera la identidad de cada finca elegida, de la variedad de uva y de la añada.
Nos hemos quedado con este Blanc de Noirs 2018. Delicado y con toda la elegancia de la pinot noir, es de esas botellas que sería una pena relegarla al final de la cena o los brindis cuando en realidad puede acompañarnos desde el principio. Anda entre los 25 y los 30 euros.
Bernard Remy Blanc de Blancs
Desde que descubrimos esta pequeña maison de champagne, si hablamos de burbujas con una relación calidad-precio excelente, las propuestas de Bernard Remy siempre tienen su espacio reservado.
Por ejemplo, este Blanc de Blancs se puede encontrar por 40 euros o menos -y eso que el champán escasea y el precio ha subido- y es sensacional: ligero, fresco, aromático y muy equilibrado.
Can Sala 2008
Palabras mayores este cava de Paratge Qualificat que solo se elabora en añadas excepcionales, como esta de 2008. Para situarnos, la siguiente es de 2013 y le quedan unos años para llegar al mercado tras una larga guarda, que es parte de la identidad de este selecto cava.
Nos cuentan que hay pocas botellas a la venta -menos de 400, para ser exactos-, así que habrá que elegir muy bien el momento para descorcharla si conseguimos hacernos con una de ellas. De burbuja muy fina, es cremoso, elegante y digno de la fama que le rodea. Cuesta unos 70 euros.
Mirgin Opus
Ya hemos hablado alguna vez de los estilizados Mirgin, la gama de cavas de la bodega Alta Alella. Este Opus, con un precio de unos 30 euros, ha sido recientemente seleccionado como uno de los mejores blancos del mundo.
También en este caso hablamos de un cava de Paratge Qualificat -la máxima distinción dentro de esta Denominación de Origen- que se asoma al Mediterráneo desde la finca Vallcirera de Alella, a pocos kilómetros de Barcelona. Fresco, cítrico, elegante y, lo reconocemos, con una botella de esas que lucen mucho nada más sacarlas a la mesa.
Lágrima Real
Nos alejamos un poco de la costa para descubrir este cava elaborado en Requena (Valencia) por la bodega Uveste. Un Milesimé -vino de un solo año, no mezcla de varias añadas- trabajado en ecológico, como todas las referencias de esta casa, y con un precio muy interesante (menos de 14 euros) para lo que ofrece.
De burbuja fina, es muy aromático y con buena acidez. Un cava polivalente, perfecto para empezar la cena.
Louis Roederer Collection 243
No hay champán. Una de las frases más repetidas en el mundillo del vino durante los últimos meses. Y parece que no van de farol. Así que, quienes tengan suerte de hacerse con alguna botella, lo mejor que pueden hacer es celebrarlo bebiéndosela. ¿Hay mejor manera de empezar 2023 que por todo lo alto?
Si es el plan y el presupuesto llega a 60 euros, este clásico de la casa Louis Roederer es de los que no fallan y nunca decepcionan. El Collection 243 es vinoso -que suena mal, pero es algo bueno en este caso-, elegante y con un final afrutado.
Lo cierto es que cualquiera de las botellas anteriores pueden servir perfectamente para alargar la sobremesa, pero quienes busquen algo más de vaso bajo, trago corto y cubitos de hielo, tenemos tres opciones que recientemente han pasado por nuestras manos.
Aunque confesamos que no somos muy de Jägermeister, este nuevo Cold Brew tiene su punto. De intenso sabor a café, pero con el punto del Jäger, aquí el formato chupito cede su lugar a una bebida para tomar con calma.
Los más golosos disfrutarán mucho con esta versión de chocolate de Licor 43. Algo que, además, da pie a recordar en la mesa que esta bebida de Cartagena es el licor español más vendido del mundo. Así que, tras ganar al Trivial, un sorbo a este licor con bien de chocolate que, por cierto, funciona muy bien para cócteles e incluso podría dar juego para versionar el café asiático.
Hablando de clásicos, Brugal 1888 y un poco de hielo es todo lo que puede hacer falta para rematar la noche. Su doble envejecimiento en barrica de bourbon y luego de Jerez le da una riqueza de matices realmente compleja.