La escasez de aceite vegetal y la subida de precios fue una de las primeras consecuencias económicas de la guerra en Ucrania. Y, por lo visto, en lugares como Alemania, conseguir aceite de girasol o colza sigue siendo un problema. Así que la cervecera Giesinger, en Munich, ha tenido una idea: que sus clientes puedan pagar la cerveza con botellas de aceite.
Según explican a Reuters los responsables de esta popular cervecería que elabora su propia cerveza y cuenta también con un restaurante a las afueras de Munich, hace tiempo que tienen problemas para conseguir los 30 litros de aceite de girasol que necesitan semanalmente en cocina. Platos muy tradicionales como el schnitzel -filete de ternero empanado- requieren mucha cantidad de aceite para poder freírlo.
Así que los clientes de Giesinger se han convertido en improvisados proveedores de aceite para la casa. Y según cuentan, el trato es bastante favorable para ellos, porque por cada litro de aceite de girasol que entregan consiguen un litro de cerveza.
Es verdad que desde España, a priori, puede parecer un mal negocio. En el supermercado, el litro de aceite de girasol supera los 3 euros o incluso los 4 algunas marcas. Y un litro de cerveza de las principales marcas industriales no suele pasar los 2 euros.
Pero en realidad, las cifras tienen mucho más sentido teniendo en cuenta los precios de esta cervecera, que en su propio bar vende el litro a unos 7 euros, lo que comparado a los 4,5 euros a los que anda el aceite ya hace que resulte un negocio interesante.