El pasado viernes se cumplieron 10 años de la muerte de Manolo Vázquez Montalbán, creador -entre muchas otras cosas- del personaje del detective Carvalho. Era uno de esos autores realmente prolíficos que no se contentaban con una parcela de creación: fue novelista, poeta, periodista, ensayista, antólogo y por si fuera poco, gastrónomo. Gran gastrónomo.
Él mismo decía que echaba «mucha cocina a la literatura». Por eso no se contentó con obras de pura divulgación gastronómica sino que trufó sus novelas con una gran cantidad de recetas. Dieron incluso para la publicación de un volumen en 1989: Las recetas de Carvalho. Tal era la pasión gastronómica que su última voluntad fue que sus cenizas fueran esparcidas en Cala Montjoi, delante de El Bulli.
En La Gulateca queremos hacer nuestro particular homenaje -uno más- al autor. Por eso hemos rebuscado en las recetas de Carvalho para encontrar aquella que mejor pudiera representar al personaje y al autor. Tarea imposible. Avasallados por tal cantidad de platos, al final nos hemos decidido por uno de lujo. Ya que hacemos un homenaje, que sea por todo lo alto. Si quieren unirse a nosotros tomen nota de esta Caldeirada Carvalho.
Ingredientes (para 4 personas)
- Media cola de rape
- 8 langostinos
- 1/2 kilo de patatas (2 patatas grandes o 3 medianas)
- 1 cebolla
- 1 tomate
- Salsa de tomate
- 1 ñora
- 2 o 3 dientes de ajo
- Medio puerro
- Una rama de apio
Preparación:
La base de la caldeirada es el caldo, «indispensable» puntualiza el autor. Así que empecemos por ahí. Pelamos los langostinos y freímos las cabezas y las cáscaras para que suelten toda la esencia de su sabor. Añadimos un litro de agua, la espina del rape, una ñora, un tomate maduro, el apio y el puerro. Nosotros hemos añadido también una cabeza de merluza que teníamos por ahí esperando ser de utilidad. Dejamos cocer a fuego medio unos 20 minutos. Es importante que el caldo quede sabroso, es la base del plato.
Mientras tanto vamos a por el sofrito. Cortamos una cebolla bien picada y la sofreímos en aceite de oliva hasta que se vuelva transparente. Añadimos la salsa de tomate y dejamos que se sofría con la cebolla. Añadimos la pulpa de la ñora que hemos metido en el caldo y los ajos cortados a láminas finas.
Chascamos las patatas y las rehogamos en el sofrito. Añadimos el caldo suficiente para que cuezan. En cuanto estén casi al punto, añadimos a la cazuela las rodajas de rape y los langostinos. En 7-8 minutos estarán al punto. Tan solo queda rectificar de sal y servir.
Carvalho cocina esta caldeirada en Tatuaje, la primera novela cien por cien Carvalho. La acompaña con un vino blanco, un albariño. Así que, para que el homenaje sea completo, no podemos obviar esta parte. Un buen vino blanco es importante para acompañar esta caldeirada, aunque en nuestro caso cometimos una pequeña traición y recurrimos a un blanco de Terra Alta. Creemos que Carvalho -y Manolo- nos lo perdonarían.