Los embutidos sin carne hace tiempo que existen y, de hecho, cada vez son más habituales en los lineales de los supermercados. Lo que es noticia es que un chorizo vegano a base de calabaza esté bueno. Y Calabizo lo está.
Cierto, en realidad no podríamos hablar de chorizo porque esta denominación está reservada para los productos cárnicos, nos explica Keila Pousa, una de las tres mujeres tras este proyecto que, junto a Edurne Sendra y Sofia Calvo, lo pusieron en marcha hace ya cuatro años.
De ahí que Calabizo se etiquete como “embutido de calabaza ahumado y curado, 100% vegetal”, aunque a la hora de la verdad todo el mundo lo conoce como el chorizo de calabaza.
Pero más allá de denominaciones, lo realmente importante y novedoso es que está rico. ¿Puede pasar como chorizo? En realidad no se trata de suplantar sino de ser una alternativa sabrosa, pero la verdad es que cocinado -en guisos, frito o en tortilla funciona muy bien- podría dar el pego. En crudo no tanto, porque incluso la versión picante tiene un punto dulce por la calabaza utilizada.
Aunque inicialmente se lanzó una versión vegetal (con colágeno en su exterior) a día de hoy calabizo es vegano, libre de productos animales.
El precio de ambas es de 6 euros el pack de tres pequeños Calabizos. Se puede encontrar tanto en su tienda online como en más de 1.000 tiendas por todo el país.
¿Y cómo surgió esta idea? Sofía Calvo es de Barco de Valdeorras (Ourense) donde se hacen chorizos de cerdo con calabaza. “Conoce bien el oficio charcutero por tradición familiar y tras trabajar en un restaurante vegetariano descubre que muchos echan de menos el jamón y el chorizo tradicional”.
Es entonces -nos cuenta Pouesa- cuando decide probar y elaborar los mismos chorizos de su pueblo pero prescindiendo del ingrediente cárnico, añadiendo más calabaza, sustituyendo la grasa o magro de cerdo por aceite de oliva virgen extra, y manteniendo los demás ingredientes de la receta: cebolla, ajo, especias, sal, orégano, pimentón…
Y el resultado gustó. Era 2015, y cuatro años después la gama de Calabizo incluye la versión picante (lanzada en 2017), la ecológica (2018) y la última novedad que se adentra en el mundo de las legumbres: potaje de garbanzos con Calabizo. Lo hemos probado y está realmente bueno con este chorizo que no es chorizo pero que aquí sí lo parece.
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Y parece que el futuro de Calabizo va por aquí. «Nos encantaría seguir en la línea de las legumbres y poder alegrar paladares y facilitarle la vida a muchas personas con más conservas vegetales preparadas, para calentar y disfrutar, para alimentarse de forma nutritiva, saludable y sabrosa», nos explican sus responsables.
El éxito de los últimos años les ha llevado a ampliar sus instalaciones para responder a una demanda creciente. Y es que cada vez son más personas que, veganas o no, quieren reducir el consumo de carne. Y si es posible hacerlo sin renunciar al chorizo, mucho mejor.