El café de especialidad ha llegado para quedarse. Un nombre tal vez un tanto rebuscado para hablar de algo tan sencillo como el café de calidad y bien hecho, algo que en España no se estila tanto como pensamos.
Y mientras unos celebran su llegada, otros ya hablan de burbuja y se echan las manos a la cabeza por esos expresos a casi dos euros o los latte -que es como un café con leche, pero en fino- a tres.
Pero lo cierto es que por aquí solo estamos empezando, porque en algunos lugares juegan ya directamente con la idea de café gourmet de lujo, con ediciones limitadas, filosofía similar al vino y precios astronómicos.
Así se presenta el cold brew -café infusionado en frío- que, con un precio de 200 euros la botella, se convierte posiblemente en el más exclusivo del mundo. La idea es de Elemental Beverage Company, que ha elegido para ello los mejores granos del café del planeta, con una puntuación de calidad tan alta que solo el 0,10% recolectado entra en esta categoría.
Se trata de una producción muy limitada, explican sus creadores, a partir de café de la variedad Gesha, cultivado en Panamá.
Cada una de estas exclusivas botellas se presenta cerrada con corcho y, de hecho, la idea es descorcharla en una ocasión especial y servirla en copas de cristal. Vaya, como ese vino que guardamos para un día que haya algo que celebrar.
Estamos, sin duda, ante un sector en alza que busca también sus segmentos de lujo. Pero llama la atención que, en un momento en el que el vino quiere quitarse de encima ese lastre de lo sofisticado y complejo, el café quiera jugar precisamente a eso.