El invierno en general, y enero en particular, es el momento perfecto para practicar ese bonito deporte de los brunch de domingo. Además de ser una buena excusa para salir de casa y solventar el típico dilema de si a esas horas es mejor desayunar o directamente comer. Y si por el mismo precio permite mandar a paseo el rollo detox que tanto se estila por estas fechas, mucho mejor.
Algo así es lo que propone el Hotel W de Barcelona, que desde el pasado mes de noviembre programa cada domingo un brunch -atención- retox. De entrada, el nombre nos gusta mucho más que todos esos zumos de colores que quieren purificarnos.
Por allí estuvimos hace un tiempo, y lo cierto es que cuesta resistirse a un plan de domingo como éste. Con unas vistas espectaculares sobre Barcelona, el hotel más cool de la ciudad -y eso se nota en el ambiente, así que poneos bien guapos- propone un buffet de lo más colorido, con cócteles por aquello del retox. Y a partir de las 4 de la tarde, para los más valientes, una fiesta que se alarga todo lo que da de sí el domingo.
Pero quienes no estén para mucha fiesta que no se asusten, porque de dos a cinco el ambiente es muy tranquilo y, si el tiempo acompaña -que en Barcelona suele acompañar- salir a la terraza del W con alguno de los platos del menú es una idea genial. Incluso puede que volvamos el lunes al trabajo con algo de moreno invernal, que eso siempre luce mucho.
¿Y qué se puede comer en un brunch tan glamuroso como éste? Zumos, tostadas de aguacate, cereales, bagels, y propuesta más contundentes como el omnipresente pulled pork o tacos de pescado. Para los más golosos, la mesa de postres y las bandejas de chuches serán un aliciente más. Y todo por un precio (29 euros sin bebida) que aunque está por encima de un brunch normal, es bastante ajustado teniendo en cuenta donde estamos y el menú.
Sin duda, el plan perfecto para un domingo diferente y, sobre todo, para no pasarse el día en el sofá pensando en el lunes.