Nos gustan los cocineros que, además de darlo todo en los fogones, demuestran un entusiasmo contagioso por lo suyo. Por eso nos cae bien Aitor Elizegi, veterano chef, maestro del bacalao y empedernido bloggero. Por eso cada vez que pasamos por Bilbao intentamos inventarnos alguna excusa para acercarnos a Bascook (Barroeta Aldamar, 8), el más reciente de los tres restaurantes que regenta Elizegi tras el Gaminiz (Zamudio) y el Baita Gaminiz, también en la capital de Bizkaia.
La carta de Bascook -puesta al día cada temporada y presentada en un original formato periódico- bien merece invertir unos euros para probarla en todo su esplendor. Pero si el presupuesto no llega y los bocadillos informales de Panko -también de la mano de este hiperactivo cocinero- se quedan cortos, hay una alternativa interesante: pasarse cualquier mediodía festivo y probar el menú
Por 23 euros (IVA y bebida no incluidos) es posible escoger dos platos de la carta -algunos se quedan fuera pero la mayoría están incluidos- y uno de los tres postres de la casa. No es el menú del día más barato de Bilbao, pero la creatividad de la cocina y el agradable local ayudan a comprender que el precio es bastante equilibrado.
El verano pasado ya anduvimos por allí, pero nos quedamos con ganas de más. Así que hace unos días, con las propuestas de primavera ya estrenadas, volvimos a la carga. Mientras se repasa la carta dividida en tres secciones -vegetal, Km.9 (con productos de proximidad), y un apartado más internacional- un hummus casero, denso y muy rico para ir picando.
Para beber, vino por copas (3 €) y una amplia carta clasificada por uvas y orígenes en la que nos topamos con ese Crash del Guadiana del que hablábamos hace poco. También cuentan con un vino propio (BaiElizegi) elaborado en Bodega Urbana, también de Bilbao.
Esta curiosa organización de la carta hace que el criterio de primeros y segundos dependa exclusivamente del comensal. En nuestro caso para empezar el tema nos inclinamos por un arroz negro en salsa verde de habitas y huevo de caserío (arroz espectacular, huevos en plural y salsa muy suave), unas estupendas croquetas de marmita de pulpo y choricero ahumado (sabían a pulpo, de verdad) y un exótico maki de gilda y tartar de bonito con alegrías: fresco, abundante y con un toque gracioso gracias a las piparras de la gilda, pero escaso de bonito.
Aunque la selección de «cascarilla a la brasa» (navajas, mejillones, berberechos o caracolillos teriyaki) era tentadora, se impuso la carne. Incluso por delante del bacalao, auténtico plato fetiche de Elizegi. Txerri miso burger (hamburguesa de cerdo), tierna, con un sabor original y acompañada de una mousaka de berenjena y papada que le sentaba bien.
Algo más seca estaba la steak burger, acompañada de pasta adobada a la barbacoa. Carne de excelente calidad, buen punto (no preguntaban) pero demasiado compacta como para que quedara tan jugosa como esperábamos. Frente a estos dos platos las carrilleras con toffe panadera se quedaron un poco relegadas. Correctas pero sin destacar especialmente. Esta vez, por cierto, nada de pipetas con salsa, que el verano pasado se colaban en muchos platos.
Algo parecido pasó con los postres. Llevado por el vicio chocolatero, el 100% cacao resultó ser un coulant de chocolate con helado. Muy rico pero un coulant al fin y al cabo. Mucho más original y refrescante el helado de limón y ginebra compañado de tónica gelatinizada -un gin tonic en toda regla- y las contundentes torrijas con helado y petazetas caramelizados que son ya marca de la casa.
Con café, agua, vino e impuestos el menú se acaba acercando más a los 30 euros por persona que a los 23 originales. Pero el precio seguirá siendo equilibrado para quienes valoren la variedad y creatividad de la carta, el servicio y el precioso local en pleno centro. De hecho salimos convencidos de que, definitivamente, Bascook es ya una cita obligada para quienes se pasen por Bilbao.
Bascook es uno de mis favoritos en Bilbao, he comido muchas veces, y nunca defrauda, Baita Gaminiz también es un sitio donde se disfruta a la mesa, pero para mi el mejor de Bilbao, es el restaurante Aizian, una cocina de autor con profundas raíces en la cocina vizcaína, pero revisada y actualizada. Si no habéis estado aún, os recomiendo probar.
Un cordial saludo
El Baita Gaminiz lo tenemos en la lista de pendientes… y ya mismo anotamos Aizian. Tengo curiosidad por probar La Mina, a ver qué tal le ha sentado esa estrella Michelín. Saludos!