Australia y Nueva Zelanda han sido los dos primeros países del mundo en dar luz verde al consumo del arroz dorado, una variedad transgénica de este cereal que lleva más de 20 años desarrollándose y que promete librar de le ceguera a millones de niños en el mundo. Creada por Peter Beyer e Ingo Potrykus, a diferencia del arroz convencional, el dorado ha sido modificado genéticamente para incluir vitamina A.
De esta forma, el alimento más consumido del planeta y del que siempre se habla para acabar con el hambre en el mundo se convierte también en un aporte de vitamina A, básica en las fases de crecimiento y cuya carencia está directamente relacionada con la xeroftalmia o ceguera seca, según explica J.M Mulet, uno de los grandes defensores de este arroz transgénico y azote de los grupos ecologistas que se oponen a él y a cualquier alimento modificado genéticamente.
«Existen dos tipos de hambre en el mundo: la provocada por la falta de calorías, que sufren más de 800 millones de personas, y la causada por no ingerir micronutrientes, el hambre oculta que padecen hasta 2.800 millones de personas y que afecta sobre todo a la población infantil», explicaba el propio Potrykus hace un tiempo. Ya un estudio de 2002 cifraba en más de 4,4 millones los niños en edad preescolar que sufrían este tipo de ceguera.
¿Y por qué ponerle vitamina A al arroz, que no la contiene de forma natural, en lugar de comer otros alimentos que sí la tienen? Lógicamente, porque lo que para nosotros puede ser tan sencillo como ir a la frutería a comprar zanahorias, en muchas zonas del mundo resulta imposible, y el arroz es la base de la alimentación.
Pero pese a los potenciales beneficios que según los estudios científicos este arroz dorado aportaría a millones de personas en todo el mundo, su cultivo y autorización para el consumo ha estado rodeada de polémica. Incluso se han producido ataques a los campos experimentales donde se estaba probando, lo que ha retrasado su desarrollo.
El enfrentamiento entre científicos y grupos como Greenpeace alrededor de los trangénicos en general y del arroz dorado en particular provocó que en verano de 2016 más de 100 premios Nobel de ciencias firmaran una carta en la que criticaban la actitud de esta ONG sobre los cultivos transgénicos, recordando que en 30 años no hay un sólo dato que demuestre que sean nocivos para el consumo o perjudiciales para el ecosistema.
No obstante, el polémico debate sobre los transgénicos no siempre gira alrededor de la sostenibilidad o la seguridad, sino a cuestiones más políticas y económicas, como el control de las semillas o las patentes sobre alguna de ellas. Pero es que en el caso del arroz dorado -recuerda Mulet- ni siquiera eso tiene ningún sentido, puesto que estamos ante una variedad de arroz transgénico (OGM) libre de patente y no vinculado a ninguna multinacional.
¿Cómo puede alguien estar en contra de un alimento así que puede salvar a millones de niños? se pregunta. Muy sencillo: si el arroz dorado triunfa -explica- se desmontan la mayoría de argumentos que han esgrimido las organizaciones ecologistas en contra de esta tecnología, y ya nadie se creerá lo de las patentes ni que obligan a comprar pesticidas como han dicho durante muchos años.
A la espera de ver si se aprueba en otros países el consumo de esta variedad, según explica Mulet, mientras el debate se ha centrado en el arroz, ya se han desarrollado a lo largo de estos años otros productos con la misma filosofía (plátano, yuca, maíz dorado…) así como un arroz púrpura que acumula antioxidantes.
Más allá de la polémica, el avence de la ciencia y los transgénicos parece imparable, así que nunca está de más mirar más allá del discurso habitual que los demoniza para descubrir el potencial de productos como el arroz dorado para mejorar la vida de millones de personas.
Me parece una muy buena noticia. El tema de los transgénicos es un poco delicado pero, si puede ayudar a mejorar la salud de la gente, a mí me parece bien.
http://areaestudiantis.com
NO A LOS TRANSGÉNICOS
Nada tiene que ver la propaganda de la industria con la realidad comercial. Los transgénicos anuncian que pondrán fin al hambre en el mundo, como parte de su estrategia propagandística. La realidad es que hoy por hoy los transgénicos sólo tienen dos propiedades: la insecticida o la tolerancia a herbicidas. Estos transgénicos han sido diseñados y se emplean para que las grandes compañías aseguren sus ventas de agroquímicos, controlen cada vez más la producción de alimentos y vendan sus semillas. Y ponen a toda la maquinaria mediática a su amparo, para intentar colarnos los transgénicos como los salvadores del mundo.
AreaEstudiantis los transgénicos no tienen nada de delicado. Es una técnica de modificación como muchas otras que hay.
Lo delicado es el tema de las patentes.
Pero criticar a los transgénicos por el uso que le da cierta multinacional es como criticar el protocolo P2P por la piratería.
Si es100% SEGURO y ademas ayuda , no se hable mas ..
Un triunfo de la racionalidad y la humanidad frente a la hipocresía de los ricos con la tripa llena que quiere decirle al necesitado lo que tiene que comer
A mi me gustaría saber qué cantidad de arroz diaria hará falta comer para suplir la vitamina A no ingerida por otras fuentes.
Creo que sí es un tema delicado, y del que no deberíamos opinar sin conocer en profundidad.
Estupenda noticia, ahora saldrán los borregos del «No a los transgénicos» que sin tener ni pajotera idea de lo que es un transgénico se llenan la boca de sabiduría….