7 restaurantes de Barcelona para aprovechar lo que queda de verano

Aunque el mes de agosto enfila su recta final, todavía quedan suficientes días por delante para aprovechar el verano haciendo lo que más nos gusta: comer rico y descubrir nuevos lugares en los que hacerlo. Algo más necesario que nunca para plantar cara al terror y la barbarie que han sacudido la ciudad Condal los últimos días.

Así que, dispuestos a llenar las calles y los bares, volver a la normalidad y recuperar ese verano que algunos han querido robarnos, hemos recopilado algunos de nuestros lugares favoritos y últimos descubrimientos en Barcelona para terminar agosto y empezar septiembre de la mejor manera posible.

Mediamanga

Mont Bar se ha ganado un merecido prestigio en los últimos años en Barcelona. Y ahora es el turno de Mediamanga, el nuevo establecimiento de un equipo que reivindica la elegancia y la cocina tradicional en un espacio muy agradable y cuidado que algunos definen como bar gourmet. Producto de primera, elaboraciones que respetan la materia, y una presentación cuidada son los tres pilares de Mediamanga. ¿Qué comer? Su ensaladilla rusa, el salmorejo con pescaito, el trinxat o el sandwich de ventresca son algunos de los mejores bocados.

The Greenhouse

Hace ya tiempo que tenemos fichado el Hotel Pulitzer por su estupenda terraza y por ofrecer uno de los mejores menús del día del centro de Barcelona. Pero quienes se animen a sobrepasar su recepción por la noche se encontrarán con una agradable sorpresa: The Greenhouse y la cocina de Damien Bolger, que desde hace unos meses ha asumido las riendas gastronómicas del hotel. Los vegetales mandan en la renovada carta, con platos tan recomendables como las Brassicas o los tomates con fresa fermentada. Su menú degustación (a 60 euros) es una gran opción.

Quillo

La cocina del sur se asoma a Barcelona a través de la cocina de Quillo. Un bonito y amplio local de ambiente desenfadado y con un excelente servicio que recurre a clásicos como los molletes -muy recomendables-, el contundente cochifrito o, como no, gazpacho y gambas para los que no quieran pasar calor. También hay platos más elaborados como el rabo de toro o las manitas de cerdo con cigalas. Precios muy bien ajustados y un horario ininterrumpido completan la carta de presentación de uno de esos lugares a anotar en el mapa de la ciudad.

Mana75

Está un poco escondido, pero el paseo merece la pena. De hecho, es un buen plan para quienes anden por la playa -sí, hay gente que va a la playa en Barcelona- y luego vayan buscando un lugar para comer una paella. Los arroces son la especialidad de este reciente y espectacular local con una zona donde elaboran decenas de paellas simultáneamente. Aunque no podemos dejar de probar alguna de sus 12 variedades de arroces, sería un error irse de allí sin pedir también los mejillones o el espectacular Singapur Day, uno de esos platos que, por sí sólo, justifican el paseo y volver por allí unas cuantas veces.

Can Ramonet

Para los que busquen algo más clásico, Can Ramonet, en la Barceloneta, es el lugar al que ir. Cocina marinera clásica -ojo a sus guisos cuando baje el calor, por cierto- de un veterano del barrio que sigue al pie del cañón ofreciendo los mejores arroces de la zona. Presume de ser la taberna más antigua del puerto, así que algo para compartir y una paella es un excelente plan para un día de verano. Su terraza suele estar muy concurrida, pero a nosotros nos gusta más sentarnos dentro. Somos así de clásicos.

Woki Playa

Seguimos en la Barcelona con otro local que hace ya una década empezó a poner de moda en la ciudad los -por entonces- muy exóticos woks y la comida para llevar. Woki Playa sigue en su sitio, con esa interesante mezcla entre chiringuito y restaurante, y una carta renovada en la que el tapeo (los mejillones al curry y los calamares a la andaluza son una buena idea) convive con el mayor protagonismo de la brasa. Platos como la presa ibérica o el pez mantequilla a la parrilla se suman así a la carta de un local que defiende el producto ecológico y de proximidad, y donde, por cierto, también es posible tomar unos estupendos cócteles.

La Taverna del Clínic

Otro clásico de la ciudad. Y es que agosto es un buen mes, no sólo para descubrir nuevas aperturas, sino también para repasar locales como La Taverna del Clínic, que lleva más de una década reivindicando la buena cocina. Ahora su carta se viste de verano con nuevos platos como el tataki de buey o la anguila ahumada con lima. Recetas frías para los días y noches de verano de la mano de los hermanos Toni y Manu Simoes, que han convertido este restaurante en una referencia gastronómica de la ciudad. Dispone de menús a partir de 30 euros (en barra), así que no es una mala idea apuntarlo para darse un capricho este verano.

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