6 recetas para aprovechar la temporada de fresas

Aunque ya hace semanas que están por todas partes -en realidad la temporada dura desde enero hasta mayo, e incluso un poco más- es ahora cuando las fresas empiezan a moderar su precio. El momento perfecto para hacerles un hueco en nuestra cocina y probar algunas de las muchísimas formas de prepararlas.

Es verdad que solas y a mordiscos ya están bien buenas. O con vinagre, como se preparan en muchas casas para potenciar su sabor. O en mermelada, antes de que se queden un poco pochas. O, por supuesto, con un buen chorretón de nata o sumergidas en una fondue de chocolate, para que quede bien claro que aunque estemos comiendo fruta siempre hay margen para saltarse lo de la vida sana.

Pero para los que se animen a cocinar un poco más o quieran buscar nuevas formas de celebrar esta temporada de fresas, hemos recopilado media docena de recetas en las que esta fruta es la protagonista.

No es la típica tarta de queso y fresas

El cheese cake es uno de esos clásicos que casi nunca faltan en la carta de postres, así que para evitar repetirnos con la enésima receta de esta tarta, se nos ocurrió hacer una versión similar a la tarta de zanahorias, pero con fresas. En su momento proponíamos una crema de queso para decorar con un toque de colorante rojo, pero pensándolo mejor también podemos teñirla batiendo un par de fresas que le den un toque rosa final.

Carpaccio con azúcar de menta

Estamos posiblemente ante la receta más sencilla de todos los tiempos. Tanto, que llamarle receta igual es hasta excesivo. Lo del carpaccio de fruta no requiere ninguna explicación y, de hecho, es una forma bonita de decir fresas cortadas en láminas finas. Pero vale, cierto, luce más si lo llamamos carpaccio.

Aquí lo realmente interesante es ese azúcar de menta que descubrimos en el libro Persiana, de recetas de Oriente Próximo, y que proponía esta interesante combinación con fresas y más frutas. ¿Cómo se hace el azúcar de menta? Insultantemente fácil: en un mortero ponemos azúcar blanco y hojas de menta picadas, y machacamos hasta que -como se ve en la foto- el azúcar empiece a teñirse un poco de verde.

Vistoso, sencillo y muy rico. ¿Qué más se puede pedir?

Boquerones con fresas

Si los boquerones con vinagre están muy buenos, y las fresas siempre se han llevado bien con el vinagre, ¿por qué no combinarlos? Aunque a algunos les pueda sonar raro, este invento no sólo funciona sino que tampoco es nada nuevo: por lo visto Arzak ya lo proponía hace muchos años.

Crumble de fresas y plátano con crema inglesa

Aunque el crumble se prepara tradicionalmente con manzana, las fresas también encajan muy bien en este plato. En este caso le hemos añadido también trozos de plátano, y para rematar la jugada, una crema inglesa fría en la base. Los más viciosos incluso pueden añadir una bola de helado de vainilla, pero esto ya es opcional. ¿Complicado? Nada de eso. Con harina, mantequilla y azúcar podemos crear esta especie de cobertura crujiente para convertir nuestras fresas en un postre de campeonato.

Chutney de fresas para acompañar a la carne

Ya hemos visto que las fresas funcionan también estupendamente con recetas saladas. A la carne -un magret de pato, por ejemplo- le sienta genial un chutney de fresas. ¿Qué invento es ese? Una especie de mermelada salada que en este caso hemos preparado con cebolleta, fresas, azúcar, vinagre, y un toque picante, y que se consigue reduciéndolo todo a fuego lento durante una media hora. Además, podemos preparar bastante cantidad y tener siempre listo en la nevera para animar cualquier carne.

Parfait, o una forma bonita de decir yogur con fresas

Otro de esos platos tan sencillos que posiblemente no merece ni la categoría de receta. Vamos a convertir un yogur en un postre de lo más vistoso y sofisticado de forma muy sencilla: con capas de cereales, unas fresas picadas y, por ejemplo, un poco de miel. Si además le llamamos parfait, el éxito ya está asegurado.