La comida y la bebida, en ocasiones, acompañan grandes escenas de series. Conversaciones regadas con un buen vino, cenas que acompañan risas y llantos… Hoy nos hemos lanzado a elaborar una pequeña, personal e incompleta lista de momentos seriéfilos para degustar. Son escenas, capítulos o situaciones con diferentes platos, productos o bebidas pero que tienen algo en común: nos habría encantado vivirlas.
1.- La mejor crema de cacahuete (imaginaria) de Charlie y Claire (Lost)
De Lost podríamos haber escogido infinidad de productos: las barritas Apollo, la salsa ranchera Dharma, la cerveza de los 70 que Sawyer, Jin y Hurley se encuentran en la Dharmagoneta, los jabalíes cazados por John Locke, los omnipresentes mangos o hasta un trago de MacCutcheon de esos que cuestan más que un mes de tu sueldo. Podríamos, pero no lo hemos hecho. Nos quedamos con una escena deliciosa y enternecedora. Aquella en la que Charlie Pace tira de ingenio para conseguirle a su adorada Claire Littleton lo que más echa de menos en la isla: un poco de crema de cacahuete. Estamos seguros de que aquella «crema de cacahuete» fue la mejor que Claire probó en su vida, aunque la tía rancia no le diera ni un triste beso de agradecimiento al ex-Drive Shaft.
2.- La mejor hamburguesa de Nueva York (Cómo conocí a vuestra madre)
En Como conocí a vuestra madre, uno encuentra muchas referencias a platos y recetas. Las tortitas domingueras de Lily, el bagel que intoxica a Ted, las alitas de pollo picantes para ver la Superbowl, los jalapeños del McLaren’s, el infame Tur-tur-key-key que Mosby prepara para Acción de Gracias… Pero si hay un capítulo que nos abrió el apetito fue aquel en el que Marshall se empeña en encontrar la mejor hamburguesa de Nueva York (4×02). Una que probó ocho años atrás y que ahora parece imposible de encontrar. No sé vosotros, pero por aquí hubiéramos estado encantados de ayudar a los chicos a encontrarla. No sabemos qué sabor tendría pero todas tienen una pinta espectacular.
3.- El menú de Shanghai Gardens que Miranda Hobbes pide cada noche (Sexo en Nueva York)
Sexo en Nueva York es una serie amada y odiada a partes iguales. Es cierto que, en muchos sentidos, la serie era una sucesión de clichés rancios pero tenía algo que acababa por mantenerte absolutamente enganchado. Si alguien molaba en Sexo en Nueva York, esa era Miranda Hobbes. Sus diálogos solían ser los más mordaces e inteligentes y su vida, la más interesante. Por eso, si tuviera que elegir con quien compartir una comida en el mundo de las cuatro amigas, pasaría de los cupcakes del Magnolia Bakery, de los restaurantes de moda en los que hay que hacer horas de cola, pasaría incluso de los desayunos del sábado y, sin ninguna duda, me trasladaría a la casa de Hobbes y pediría a la risueña y molesta mujer del Shanghai Gardens el menú habitual de Miranda.
4.- El eterno desayuno de Walter Junior (Breaking Bad)
Mucho se ha hablado de los desayunos de Walter Junior, tanto que hasta la propia AMC -cadena que emite la gloriosa Breaking Bad- ha bromeado con ello. Debe ser el personaje de ficción que más minutos de metraje ha pasado ante unos huevos revueltos con bacon o un tazón con cereales. Lo cierto es que más de uno entregaría su reino por cambiarse momentáneamente con el primogénito de los White y compartir la primera comida del día con Walter White uno de los personajes más interesantes de la televisión actual.
5.- Los muffins de Izzie Stevens (Anatomía de Grey)
Aunque muchos terminamos odiando a Izzie Stevens, durante mucho tiempo fue uno de los personajes más queridos en Anatomía de Grey. Tierna, dulce y sensible, la doctora Stevens era uno de los personajes más emocionales -y vulnerables- de la serie. Quizá por eso, resultaba sencillo identificarse, al menos en parte, con ella. Una de sus escenas más recordadas es aquella en la que se lanza a hornear centenares de muffins para distraerse tras la muerte de Denny y su renuncia a la carrera quirúrgica. ¿Estereotipo? Quizá pero el que no se haya puesto a cocinar para evadirse que tire la primera piedra, en nuestra opinión, es una de las mejores terapias posibles, aunque quizá Stevens la lleve demasiado al extremo.
6.- Una cerveza con Tim Riggins (Friday Night Lights)
Friday Night Lights es uno de los mejores dramas de los últimos años aunque, por desgracia, es más bien poco conocido por estos lares. Una pequeña parte de mi desearía haber sido una rally girl cualquiera para hornearle galletas -aunque sólo fuera una vez- a Matt Saracen. A otra, le encantaría haber ayudado a Tami Taylor a organizar la tradicional team barbecue. No obstante, si hay que quedarse con un sabor, ese sería el de una cerveza compartida con Tim Riggins, un personaje fascinante al que vemos crecer con la serie y con el que a muchos nos habría encantado conversar con un botellín en la mano.
7.- La cesta de magdalenas de Bree Van de Kamp (Mujeres Desesperadas)
Si había una mujer desesperada con mano en la cocina, esa era Bree Van de Kamp. La pelirroja -autora de su propio recetario clásico- elaboraba asados, guarniciones y postres con una apariencia casi tan perfecta como la suya. Creemos, eso sí, que la esencia de sus platos era mucho más agradable que la suya. Bree tenía esa costumbre tan de ama de casa perfecta de elaborar cestas con dulces para dar la bienvenida a los nuevos vecinos o para dar el pésame en un velatorio. Nos encantaría abrir la puerta de casa un día y encontrárnosla con una cesta decorada en las manos. Eso querría decir que nos hemos trasladado a Wisteria Lane, un barrio donde nada es lo que parece y donde no hay lugar para el aburrimiento.
8.- La ensalada Eriksen de siete capas (Cómo conocí a vuestra madre)
Volvemos a Cómo conocí a vuestra madre, en concreto a St. Cloud, Minnesota. Si hay un plato inquietante en el mundo de las series, ese es la ensalada Eriksen de siete capas. Es el plato tradicional que mamá Eriksen elabora para acompañar el pavo de Acción de Gracias. Lechuga, bacon, zanahoria, col lombarda, Funyuns (o ganchitos), ositos de gominola, patatas fritas y mucha mayonesa, estos son los ingredientes de esta peculiar ensalada. El amigo Javi Riestra, se atrevió a elaborarla para su cena temática de Cómo conocí a vuestra madre. Como él mismo dice, todo seriéfilo debe probarla una vez en la vida. El aspecto no es demasiado apetecible pero habrá que hacer el esfuerzo.
9.- Los ziti al horno de Carmela Soprano (Los Soprano)
En Los Soprano hay tanta comida, tanta pasta, tanto embutido, se come tanto, que incluso existe el libro oficial de recetas de la serie. Entre todos los momentos gastronomicos nos quedamos con uno de la -ya lejana- primera temporada. La visita de padre Phil a la solitaria y despechada esposa de Tony Soprano. El anzuelo, los fantásticos ziti al horno caseros de Carmela. Acaba siendo una noche de comida, vino y lágrimas. La plasmación de la comida como elemento de seducción. Aunque al final el cura resulte ser un schnorrer adicto a la tensión sexual no resuelta. Para el padre Phil mejor unos ziti, con la mozzarella bien derretida por encima, que todo el sexo del mundo.
10.- El café del Central Perk (Friends)
Acabamos con un clásico: el café del Central Perk. Todo aquel que haya visto Friends, ha soñado con pedir una taza de café en la barra de Gunther y degustarlo en el sofá de la cafetería acompañado de Phoebe, Rachel, Monica, Chandler, Ross y Joey. Y, a ser posible, con Phoebe cantando «Smelly Cat», con Ross hablando de paleontología y con Joey comiéndose a cucharadas un tarro de mermelada elaborado por Monica.
Muy buen post, enhorabuena! En relación con esto, yo hice hace poco en mi blog unos post sobre bares de series de TV, algunos son escenario de momentos que recogéis aquí 😉 http://bit.ly/1aJEkxs, http://bit.ly/pap-benditos-bares-series-I
[…] 10 grandes momentos en las series alrededor de la comida […]
Felicidades por este gran blog que tanto me divierte!!
Me encanta esta sección, a ver si se hace más o menos fija 😉
De todos los momentos, me quedo con los míticos «cannoli sicialini» que Tony Soprano debora sin parar a lo largo de la serie y del Central Perk, uno de los mejores escenarios de esta brillante serie.
Por cierto que en Liverpool encontré una réplica del famoso café tal cual, y, contra todo pronóstico, servía el mejor café de la ciudad 😀 😀 😀
Me quedo con la Sra. Bree Van de Kamp, increíble vecina, amiga y amante de todo lo carnal. Mas vale una sonrisa (irónica) de Bree, que mil palabras.
Saludetes 🙂
«Mas vale una sonrisa (irónica) de Bree, que mil palabras» 😀 No podría estar más de acuerdo
Como mola! Qué de momentos gastro-seriéfilos! Habrá que intentar probarlos todos. Muchas gracias por mencionar mi receta, os animo a que la probéis porque es una experiencia única!
¡Gracias a ti por prestárnosla, Javi!