10 maneras de deshacerse de la calabaza de Halloween


Como está claro que resistirse a la invasión de Halloween es una misión condenada al fracaso, lo mejor será buscar un plan alternativo. Por ejemplo, pensar qué demonios podemos hacer con esa calabaza de 5 kilos que compramos para decorar y a la que ahora hay que buscarle una salida antes de que acabe en el fondo del cubo de basura. Aquí van una decena de ideas -algunas de manual, otras un poco más originales- para comer toda esa calabaza y no acabar detestándola.

1. La socorrida crema de calabaza. Unas patatas, una cebolla y una calabaza trituradas son los ingredientes para una crema dulce y sabrosa, ideal para que los más pequeños de la casa coman hortalizas sin enterarse. A partir de esta receta base, vía libre para que cada cual añada al final su punto de originalidad, más allá de un toque de nata.

2. Chips de calabaza. Una alternativa a las patatas fritas perfecta para dar salida a un buen trozo de calabaza. Basta con cortarla en láminas muy finas y freírlas en aceite de oliva bien caliente. Deliciosas y perfectas para quedar como unos campeones a la hora de acompañar cualquier plato.

3. Cuscús sin pretensiones. La calabaza combina perfectamente con la sémola de trigo, de hecho, casi cualquier ingrediente lo hace. Nosotros hacemos el cuscús con calabacín, cebolla, zanahoria y un poco de calabaza y está riquísimo.

4. Garbanzos con calabaza. Otra receta resultona muy sencilla y sin ningún misterio. Una vez cocida la legumbre (o abierta y bien lavados los garbanzos de bote… no nos chivaremos a nadie), se saltean con un poco de aceite y se le añaden tacos de calabaza previamente cocida. Sazonados con un poco de comino quedan buenísimos.  Así no hay quien se resista a comer legumbres.

5. Risotto de calabaza. Su nombre lo dice todo. Lo probamos en un restaurante la semana pasada y nos encantó. Para los que se animen a intentarlos en casa, la sin par Anita Cocinitas publicó una receta en su blog que merece la pena probar.

6. Pasta rellena de calabaza y nueces. Una de las pocas cosas que hicimos bien cuando experimentamos con la pasta fresca hace unos días. Para hacer este relleno, la calabaza puede asarse o cocerse. Luego la desmenuzamos con un tenedor y le añadimos unas cuantas nueces troceadas.

7. Trigo con calabaza y pasas. Uno de nuestros acompañamientos favoritos: un poco de trigo hervido (lo venden precocido y en 10 minutos está listo) y salteado con trozos de calabaza y unas pasas sultanas. Es perfecto para acompañar carnes o, incluso solo como alternativa al cuscús.

8. Muffins. Este dulce -también llamado magdalena antes de que todos nos volviéramos así de finos- acepta un sinfín de frutos. La calabaza, combinada con alguna fruta ácida como el kiwi, le queda fenomenal.

9. Tortitas de calabaza. Unas pancakes con un toque distinto. A sus ingredientes típicos (huevos, leche, harina, azúcar y levadura) le añadimos un poco de calabaza hervida y triturada. Tendremos un desayuno diferente y delicioso.

10. Pizza con mozzarella fresca, rúcula y calabaza. Nos encanta hacer pizzas con los restos que tenemos en la nevera. Media bola de mozzarella, unos taquitos de calabaza y unas hojas de rúcula forman una combinación sorprendente. Y si la masa es casera, el resultado es espectacular.

3 COMENTARIOS

Los comentarios están cerrados.